VALÈNCIA. Corren tiempos de recortes en el Ciutat de València. El no ascenso del club no solo pone en jaque la planificación deportiva del Levante de cara a la próxima temporada, sino también la gestión del personal no deportivo, es decir, todo aquel que no tiene que ver con la primera plantilla. En este epígrafe se incluyen los gastos tanto de dirección deportiva como de personal no deportivo relativo a la competición y otros servicios, y ahí la entidad de Orriols también se verá obligada a meter la tijera.
La actual situación económica del Levante tiene distintas aristas y no sería descartable que se acometan despidos. Por lo pronto, una de las alternativas que ya se han manejado en la entidad es la posibilidad de amplicar un ERTE, escenario que ya conocen empleados. Y es que ya el ascenso hubiera mantenido la necesidad de 'apretar el cinturón' al menos en lo que afecta a la plantilla deportiva, pero militar un año más en Segunda División amplía el espectro.