VALÈNCIA. Castellón y Levante vuelven a enfrentarse catorce años después. El gran recuerdo de 2010, que se saldó con ascenso granota a la máxima categoría, y el buen inicio de campaña de ambos contrasta con el momento actual en el que aterrizan en Castalia este sábado. El Castellón, después de perder en Gijón ante una oportunidad de oro de afianzarse en plazas de play off; el Levante, tras caer por segunda vez esta temporada, de nuevo lejos de Orriols y con un pobre bagaje de 4 puntos cosechados entre los últimos 12. Sin embargo, mientras el elenco albinegro había encadenado dos triunfos y, de ganar esta tarde, podría aventajar al blaugrana en la clasificación, el combinado de Julián Calero estaba viviendo uno de sus momentos más dulces en Segunda. Derbi de nivel en tiempos de vacas flacas. 

Por eso, el Levante necesita evitar que la dinámica negativa acabe por instalarse en su vestuario. Máxime cuando sus salidas a domicilio le están provocando problemas y ha enlazado dos partidos consecutivos sin anotar. Y todavía con más ahínco cuando, en caso de conquistar Castalia como ya hiciera en la pasada década, podría volver a ocupar posiciones de ascenso directo con permiso de Zaragoza y Huesca, que salen a escena este domingo. Y es que el cuadro de la capital del Turia, pese a la mezcla entre sus cuestionables últimos números y sus buenas sensaciones, navega en un óptimo momento anímico. 

El capítulo más acusado es, de forma paradójica, el de las lesiones. Si octubre llegó al calendario con un impecable equilibrio en la enfermería, el mes ha dado un giro y Calero contará cuatro bajas seguras para la cita de Castellón. Se la pierden Pampín, Iborra, Brugui y Cabello. Tres de ellos, forman parte de la columna vertebral que el preparador de Parla ha construido desde el arranque del campeonato; el capitán, desnutre el fondo de armario de un círculo central repleto de garantías. Lo positivo, en clave granota, es el regreso de Kocho tras su nuevo episodio con Georgia. El ex del Castellón, donde le guardan gran recuerdo, apunta a la titularidad.