VALÈNCIA. El 9 d’Octubre es la jornada más especial para todos los valencianos, también en el deporte. En un fútbol cada vez más global y mercantilizado, los jugadores de la Comunitat siguen siendo un pilar en Valencia y Levante, no solo por su peso en las plantillas, sino también por el compromiso de muchos de ellos, renovando contrato y reafirmando su apuesta por defender el escudo de casa.

El arraigo de Mestalla: renovaciones y liderazgo de la cantera

El Valencia CF vuelve a ser el club con más futbolistas nacidos en la Comunitat en su primer equipo. En un proyecto donde la cantera es más necesaria que nunca, varios jugadores han renovado su contrato este verano como una muestra clara de fidelidad a los colores.

El ejemplo más significativo es César Tárrega, natural de Aldaia. Segundo capitán del equipo, se ha convertido en el líder de la defensa y este verano amplió su vínculo hasta 2030, consolidándose como uno de los referentes del presente y futuro. A su lado, Javi Guerra, nacido en Gilet, renovó hasta 2029 y es una de las grandes esperanzas deportivas del club por su calidad y capacidad de liderazgo en el campo.

El brazalete sigue en manos de José Luis Gayà, de Pedreguer, quien pese a algunas críticas recientes mantiene intacto su papel de referente absoluto en el vestuario. Lleva más de una década en la élite y continúa siendo la voz de la senyera dentro y fuera del césped. Junto a él, Pepelu, de Dénia, se afianza en su tercera temporada como cuarto capitán y uno de los líderes naturales del equipo.

Además, aunque con un papel secundario, Cristian Rivero (Gandia) sigue formando parte de la plantilla como tercer portero.

Orriols, en proceso de ‘valencianización’

El Levante UD, por su parte, vive un periodo de transición en su apuesta por jugadores de la tierra. Todavía son menos que en el caso del Valencia, pero la cantera granota continúa aportando nombres que llaman a las puertas del primer equipo.

Uno de los casos más destacados es el de Pablo Campos, renovado hasta 2028, portero formado en la casa que tras varias cesiones logró debutar este curso en Primera División, aunque la llegada de Matthew Ryan lo ha relegado al banquillo. Junto a él, aparece la figura de Álex Primo (Albal), tercer portero y una de las grandes promesas del club. Con apenas 17 años ya supo lo que es debutar en la máxima categoría en 2022 y recientemente renovó hasta 2028, señal de confianza en su evolución.

También este verano se incorporó Víctor García (Xeraco), procedente del Eldense, como una alternativa más para el técnico granota, mientras que en la delantera sigue Carlos Espí (Tavernes de la Valldigna), que tras valorar una cesión se ha quedado para intentar aprovechar sus oportunidades en Primera.

Así, tanto en Mestalla como en Orriols, los jugadores valencianos siguen representando algo más que minutos sobre el césped. Son el reflejo del compromiso con la tierra, de la identidad y del orgullo de un fútbol que, en medio de este fútbol moderno, mantiene viva la llama del ADN valenciano cada 9 d’Octubre.