Valencia CF

El gran 'borrón' de Corberán en el Valencia CF

Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

VALÈNCIA. La etapa de Carlos Corberán en el Valencia CF ha estado marcada por buenos momentos y una línea de clara mejoría, pero también hay dos derrotas que marcaron un poco sus inicios en el club ‘ché’: la goleada por 7-1 ante el FC Barcelona el 26 de enero y el 0-5 en Copa del Rey apenas diez días después, el 6 de febrero.

Dos goleadas consecutivas

El golpe anímico fue doble. Primero, el 7-1 en Liga, un resultado que dejó en evidencia el planteamiento arriesgado en Montjuic. Y, después, la decisión de repetir el guión con los suplentes en la Copa, que terminó con idéntico desenlace: una goleada y una imagen muy pobre. La afición, ya tocada por la primera goleada, vio cómo el equipo volvía a caer en el mismo error sin apenas capacidad de reacción.

La expectativa era que, tras el intento fallido de proponer algo más de fútbol en el Camp Nou, el Valencia apostara en Mestalla por un plan más simple: defenderse, cerrar espacios y buscar contras. No obstante, no fue así. El planteamiento volvió a dejar expuesto al equipo y la sensación de descontrol acabó encendiendo todavía más a una grada en una situación que, en ese momento, era muy delicada.

Un momento delicado que afectó en el mercado

El 7-1 llegó además en pleno mercado de fichajes de invierno, y el golpe no se quedó solo en el terreno de juego. Operaciones que estaban abiertas se complicaron y nombres como Eljif Elmas se alejaron ante la mala dinámica y la sensación de falta de rumbo tras semejante resultado.

Aquellas dos derrotas consecutivas supusieron, sin duda, el peor momento de Corberán como entrenador del Valencia CF hasta la fecha. El equipo quedó tocado en lo deportivo y en lo anímico, y la afición cuestionó por primera vez con fuerza la dirección del técnico.

El Valencia de Corberán supo reaccionar 

Lo positivo fue que, a partir de ese punto, el Valencia consiguió levantarse. Desde aquella eliminación copera y hasta mediados de mayo, el conjunto valencianista apenas perdió un partido, frente al Atlético de Madrid. Una racha que permitió recomponer el rumbo, siendo capaces hasta de vencer en el Santiago Bernabéu, y lograr la plena confianza de la afición en Carlos Corberán.

Ahora, el reto para Corberán pasa por demostrar que ha aprendido de aquel borrón. Enfrentamientos como el del Rayo Vallecano o incluso el propio Levante contra el Barça han evidenciado que a la espalda de la conocida “línea Flick” se le puede hacer daño. Un planteamiento más inteligente y adaptado al rival parece ser la lección pendiente para que la historia no vuelva a repetirse y el Valencia pueda mostrar una mejor imagen.

Recibe toda la actualidad
Plaza Deportiva

Recibe toda la actualidad de Plaza Deportiva en tu correo