VALÈNCIA. El Valencia afronta este fin de semana una de las salidas más exigentes con la visita al FC Barcelona, que en esta ocasión se disputará en el Estadi Johan Cruyff. Además, el duelo llega tras superar el primer parón de selecciones de la temporada, un descanso que ha permitido a los últimos fichajes terminar de integrarse en la plantilla y que, además, trae buenos recuerdos a Corberán.
Desde la llegada del técnico de Cheste, únicamente ha tenido que lidiar en una ocasión con este tipo de compromisos internacionales durante el mes de marzo. Y no le sentó nada mal al conjunto valencianista. Antes de esa pausa, el equipo ya había sumado una racha positiva con 5 puntos de 9 posibles, pero todavía estaba en una situación delicada con 28 puntos y apenas uno por encima de la zona de descenso.
Tras el parón, los de Corberán iniciaron una dinámica que transformó por completo la temporada. Primero, vencieron 1-0 al RCD Mallorca en Mestalla, regresando a la competición con victoria. Después llegó el ‘asalto’ al Santiago Bernabéu y, a partir de ahí, el Valencia encadenó siete encuentros consecutivos sin perder, con un balance de 17 puntos de 21 posibles.
Por tanto, el ex del West Brom, pese a haber afrontado solo un parón por selecciones, dejó claro que sabe gestionar bien estas semanas sin competición, como se vio con el giro de 180º que experimentó el equipo en ese tramo de la pasada campaña.
No obstante, la realidad es que repetirlo no será sencillo teniendo en cuenta el adversario, el FC Barcelona, al que no se gana a domicilio desde 2016 y ante el que no se puntúa desde 2020. El balance goleador tampoco invita al optimismo: en los últimos cuatro años, los azulgrana han marcado 15 tantos y el Valencia únicamente 4.
Aun así, el conjunto che puede llegar en un momento favorable tras las buenas sensaciones mostradas frente al Getafe y con toda la plantilla más acoplada, especialmente Lucas Beltrán y Largie Ramazani, los últimos en incorporarse.