VALÈNCIA. Cyle Larin aparece en escena, y esta vez con fuerza. El delantero canadiense no está contento en Mallorca, donde desde el primer momento no ha caído de pie, incluso con enfrentamientos con parte de la afición bermellona. Sus números, diez goles en Liga en dos años, nunca han terminado de convencer en la cúpula del club y la adaptación del atacante tampoco ha facilitado la situación.
Por ello, desde el primer día de esta pretemporada Larin ha pedido salir y el Mallorca le ha abierto la puerta de par en par. Eso sí, no a cualquier precio. Con contrato hasta 2028, el canadiense fue una apuesta firme de la entidad, que pagó una cifra cercana a los ocho millones por él. Además, el salario del futbolista ocupa gran parte del límite salarial de su plantilla (sobre los 'dos kilos' netos), por lo que su salida es vista desde Mallorca casi como una obligación. Hasta ahí, tanto jugador como club tienen claro que deben separar sus caminos.
Ahí es donde entra en escena el Valencia CF, que busca delantero más allá de firmar a un Iván Azón por el que solo quedan flecos por pulir. Corberán ha solicitado tres atacantes y este último debe ser de un perfil diferente al de Hugo Duro e Iván Azón.
Larin lo es, incluso ha hablado ya con Corberán como ha adelantado el periodista Juanmi Sánchez, pero su operación no es fácil: el Mallorca pide dinero por la cesión y que el Valencia pague toda la ficha del jugador, algo que difícilmente pueda llevarse a cabo. Mientras, Gourlay y Corona tienen la premisa de Corberán de mirar delanteros en el mercado 'Premier', una liga que el de Cheste conoce a la perfección.