VALÈNCIA. Se acabó momentáneamente el 'culebrón André Almeida'. El futbolista portugués se quedará en el Valencia CF hasta enero (como mínimo) y Corberán quiere recuperar la mejor versión del mediocentro. El de Cheste considera que Almeida es un jugador aprovechable en su esquema y, de hecho, en la segunda vuelta de la temporada anterior fue indiscutible para él.
El problema, en este caso, se centra en el salario del jugador, un hecho que siempre ha marcado la distancia entre André Almeida y la entidad. El luso aterrizó en Valencia en 2022 desde la liga portuguesa con un contrato muy largo (hasta 2028). No obstante, el sueldo del mediocentro, que en aquel entonces se ajustaba a edad y trayectoria, no se ha tocado desde su llegada y en la actualidad es uno de los más bajos de la plantilla pese a su importancia dentro de ella.
Asimismo, desde el club se le prometió en su momento (allá por 2023) que el contrato iba a ser revisado más pronto que tarde, algo que desde luego no ha sucedido y que ha decepcionado al futbolista hasta el punto de querer abandonar el club el pasado mercado de verano. Todo sea dicho, al propio Valencia CF no le importaba que fuera él uno de los que se marchara.
Una vez finalizada la ventana de traspasos, y con Almeida en Valencia, el escenario es claro: lo pactado verbalmente en 2023 poco importa al no trabajar en el club los mismos protagonistas que en aquella etapa, y solo se va a ofrecer una renovación con subida de salario si el portugués se lo gana sobre el tapete, donde ha perdido la titularidad desde la llegada de Raba. Por lo tanto, no será ahora en septiembre cuando entidad y futbolista se sienten cara a cara: todo dependerá de su rendimiento de aquí en adelante.