VALÈNCIA. Si el partido de Vitoria iba a servir de termómetro para calibrar una reacción que se pedía a gritos, esta no llegó de la forma que todo el valencianismo esperaba. De nuevo, el Valencia CF de Corberán repitió esos vicios que tanto daño le están haciendo a un equipo incapaz de tener continuidad en el partido. Con 9 puntos sumados de 27 posibles, los valencianistas ya pueden asumir que se encuentran en una crisis de resultados más que evidente.
Buen arranque de partido
Eso sí, para ser sinceros, el Valencia CF salió en Mendizorroza con otra mentalidad. No duró mucho más de 20 minutos, pero durante ese tramo de partido fue mejor que su rival, pudo marcar el primero del partido e incluso se mostró fuerte y decidido en las segundas jugadas, otro de los problemas de esta plantilla. Sin embargo, los 'che' no supieron traducir la superioridad en goles y ni siquiera inquietaron a un Alavés que vio cómo los visitantes desperdiciaban una ocasión manifiesta en el primer minuto de choque.
Desconexión
No obstante, la buena puesta en escena de los pupilos de Corberán se quedó en un simple buen arranque. En cuanto el 'Chacho' Coudet ajustó a su equipo y tocó algunas teclas, el Valencia volvió a ser el de siempre esta temporada: superado, blando, sin identidad y con muy poca personalidad. En resumen, esta vez el momento de lucidez que suele tener el equipo en cada partido se percibió al inicio.
Pérdida de amenaza ofensiva
Tercer partido en el que el Valencia se queda 'a cero'. Son solo 10 goles los anotados en 9 jornadas. Aunque más allá de los registros, la realidad es que los valencianistas generan muy poco en ataque. No incomodan al rival, no le generan dudas... y al final acaba los partidos encerrado en su área, esta vez ni siquiera porque iba por delante en el luminoso. Al final, dos disparos a puerta sin peligro y cinco remates totales, ninguno de ellos recordado como ocasión manifiesta.
Dudas a balón parado
¿Y hubo mejora en el balón parado? Bueno, esta vez no se encajó... por escasos centímetros. Si bien el Valencia CF no sufrió tanto en las jugadas de estrategia, de nuevo vimos remates muy peligrosos por parte del adversario. Por ejemplo, un cabezazo de Toni Martínez pudo desnivelar la balanza. Asimismo, Denis Suárez puso un balón envenenado que nadie supo despejar, y que por fortuna se topó con el palo.
Un parón para evolucionar muy poco
Por lo tanto, el parón no ha servido para que los 'che' consigan tener más regularidad durante los enfrentamientos. Realmente tuvo esos minutos positivos que prácticamente se observan en cada jornada, aunque la falta de continuidad y de madurez se traduce con el transcurso del partido en desconexiones que suelen pasar factura.