VALÈNCIA. Que el Valencia CF tiene un problema en la fase ofensiva ya no es una novedad. Esta temporada, salvo que el conjunto che marque más de dos goles en el Benito Villamarín (algo que no sucede desde 2017), volverá a registrar unos números muy pobres arriba en competición doméstica: por tercer año consecutivo, los valencianistas no superarían la barrera de los 45 goles.
Si bien es cierto que el Valencia CF está mejorando sus números respecto a las dos últimas campañas (40 y 42 tantos anotados), la realidad refleja que la tendencia no es positiva. En los últimos quince años solo en estas tres temporadas anteriores no se ha pasado de los 45 goles en La Liga.
De hecho, en nueve de esas quince temporadas se ha metido, al menos, 50 o más goles, con temporadas de hasta 70 tantos, lo cual explica la decadencia del club con el paso del tiempo con Meriton como principal culpable de la situación deportiva.
Hugo Duro, Diego López... y poco más
Estas tres temporadas sin pólvora han evidenciado que el club che carece de olfato goleador en la parte de arriba. Hay excepciones, con un Hugo Duro que ha anotado 25 goles estas tres temporadas, o Diego López, que suma otros 14.
Por lo demás, y más allá de momentos de inspiración de Kluivert (6), Lino (6) o Umar Sadiq (5 en medio año), los atacantes del club de Mestalla no serán recordados por sus goles: Rafa Mir ni siquiera se ha estrenado en Liga, Alberto Marí anotó 2 tantos en temporada y media, Marcos André apenas sumó 1 gol, Yaremchuk marcó 3 y Cavani, la gran esperanza, solo llegó a los 5 goles.
La responsabilidad, pues, está recayendo en futbolistas de segunda línea como Pepelu, que con los penaltis ha llegado a los 9 goles, Javi Guerra, que ya suma 8 tantos en dos años y medio, o el propio Luis Rioja, con 5 esta temporada. Sin ir más lejos, los propios Lino y Kluivert eran extremos y no delanteros al uso.