Valencia CF

OPINIÓN PD

Elegir bien la zanahoria naranja

Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

VALÈNCIA. Parece que el Valencia CF, está a punto de conseguir el ansiado objetivo de la permanencia. O incluso da la sensación que para muchos ya se ha conseguido y es imperativo pensar en metas más ambiciosas: “¡El Valencia CF debería estar en Europa y luchar por puestos más altos que es lo que le corresponde!”, seguramente pensará más de uno.

Un objetivo, una meta, es aquello que nos guía, que nos marca el camino. Es como la atractiva zanahoria que se le planta delante del caballo para que arranque, para que se mueva. Y si el caballo sabe correr, si sabe superar las dificultades del camino que tiene enfrente (por ejemplo, las piedras, altibajos, curvas peligrosas…), si es capaz de mirar bien al frente, y coordinar sus movimientos en función de lo que tiene delante, seguramente correrá firme y seguro para poder alcanzar esa zanahoria que tiene delante, para lograr su objetivo.

Ahora bien, si el caballo percibe una zanahoria, pero la siente como muy lejos, como demasiado difícil de alcanzar, y encima no sabe muy bien cómo avanzar en ese tortuoso camino, las opciones tener un viaje seguro y eficiente es mucho más complicado; y mucho más difícil de que se llegue a buen puerto. Y si además la zanahoria es demasiado grande o demasiado pequeña para los gustos del caballo, es posible que no sea lo suficientemente interesante como para pagar el precio que supone realizar un camino tortuoso para pelear por conseguir ese premio naranja.

Cuando un equipo se plantea un objetivo, una meta, se activan una serie de mecanismos que les guían hacia ella. Si el objetivo es lo suficientemente atractivo, se busca la manera de lograrlo por medio de acciones, pero también a través de un estado psicológico que le lleva a luchar por ese objetivo. Es decir, se siente el objetivo, se cree en diferentes acciones que le pueden ayudar a lograrlo, y se encuentra cómodo y ágil para pelear por alcanzarlo. Pero eso sólo ocurre si se crean las adecuadas condiciones para ello.

El entrenador del Valencia CF, Carlos Corberán, repite una y otra vez que el objetivo del equipo es lograr la permanencia, esos 41 puntos en los que parece se consigue de manera matemática. Da la sensación de que, además, el equipo ya se siente cómodo en esa situación, en el sentido en que acepta lo que eso significa, y sabe cómo hacerla frente. Tiene clara cuál es su zanahoria, que es lo suficientemente atractiva, y sabe cómo hacer frente a las dificultades para poder alcanzarla. Es decir, ante esa situación, el equipo sabe cómo trabajar en equipo (cohesión/cooperación), tiene claro qué puede hacer y no hacer (autoconfianza), es capaz de hacer frente a las amenazas y situaciones a las que se enfrenta (control del estrés), sabe a qué tiene que atender y a qué no (atención/concentración), su estado de excitación se asemeja al que les ayuda a funcionar mejor (nivel de activación), las interacciones entre los miembros del equipo son eficientes transmitiéndose mensajes adecuados (comunicación interpersonal) y, sobre todo, tienen la ilusión por conseguir un reto atractivo, bien definido, sabiendo lo que pueden hacer para lograrlo (motivación).

Para llegar a ese estado donde el equipo funciona a un alto rendimiento, es necesario trabajar bien todos estos aspectos que están mediatizados por el objetivo que se plantea, por la zanahoria.

Si cambiamos el objetivo sin haber alcanzado el anterior, también se cambian muchas cosas relacionadas con esa meta. Hay que volver a construir estos aspectos, otra vez, sin tener claro cómo afectará al propio equipo.

Ahora mismo, el cuerpo técnico del Valencia CF, con Carlos Corberán a la cabeza, parece que tiene claro cómo manejar estos aspectos, en función de esa zanahoria, de alcanzar los 41 puntos, y parece que busca la manera de mantener el foco y todo lo que se ha trabajado al respecto, con la misma ilusión y determinación.

Y parece que buscan que los aficionados entiendan la importancia de la situación, de elegir bien la zanahoria y todo lo que viene detrás.

Toca alentar, como siempre. Ilusionarse, como siempre. Y sentir un Valencia CF con la mejor zanahoria que mejor le viene en este momento, que son los 41 puntos. Y a partir de ahí ya se verá. Porque, además de tener clara cuál es la zanahoria, es necesario mantener el adecuado interés por alcanzarla en el mejor momento para ello. Y para eso es necesario el trabajo de todo el valencianismo, como hasta ahora, sin bajar los brazos, eligiendo bien el camino para alcanzar tan ansiada zanahoria naranja.

 

David Peris Delcampo es Psicólogo Experto en Psicología del Deporte, entrenador nacional de fútbol y de fútbol sala, Presidente de la Federación Española de Psicología del Deporte y profesor de la Universidad de Valencia.

 

@dperisd

Recibe toda la actualidad
Plaza Deportiva

Recibe toda la actualidad de Plaza Deportiva en tu correo