VALÈNCIA. El Valencia CF atraviesa un momento delicado y eso se refleja en el apartado goleador. El conjunto de Carlos Corberán se ha quedado sin pólvora, con apenas 10 goles en 11 jornadas, lo que lo convierte en el segundo equipo menos goleador de LaLiga, empatado con el Girona. Un registro que explica, en gran medida, su posición actual en la tabla: decimoctavo con solo 10 puntos, en puestos de descenso.

Un equipo sin pegada

Más allá de la cifra total, el problema es aún más evidente al analizar la distribución de los goles. De esos diez tantos, cinco llegaron en solo dos partidos: el 3-0 ante el Getafe y el 2-0 frente al Athletic. Es decir, el Valencia solo ha logrado cinco goles en los otros nueve encuentros, un dato que confirma la falta de pegada del equipo.

La sequía ofensiva también se traduce en los partidos sin marcar. El conjunto blanquinegro se ha quedado sin ver puerta en cinco jornadas, y en esos encuentros solo ha sumado un punto, el 0-0 en Vitoria ante el Alavés. Ese empate, además, marcó el inicio de una preocupante tendencia: tres partidos consecutivos sin marcar.

Más de un mes sin celebrar un gol

El Valencia no anota en liga desde el pasado 4 de octubre en Girona, hace más de un mes. Desde entonces, ha sido incapaz de transformar goles ante Alavés, Villarreal y Real Madrid. Y tampoco es que haya generado demasiado: apenas seis tiros a puerta en esos tres encuentros, una media de dos por partido, insuficiente para aspirar a sumar puntos en Primera División.

A la falta de gol se une una defensa muy vulnerable, que ya ha encajado 20 tantos. Esa combinación de debilidad atrás y esterilidad arriba ha llevado al equipo a su situación actual: uno de los más goleados y de los menos anotadores del campeonato.

El Valencia CF de Corberán, superado en ambas áreas, se encuentra atrapado en una dinámica preocupante. Si no logra recuperar la eficacia y la confianza ofensiva, el equipo corre el riesgo de prolongar una crisis que ya empieza a recordar a los peores momentos del curso pasado.