VALÈNCIA. La afición valencianista está viviendo una de las temporadas más complicadas que se recuerdan entre la parroquia che. El Valencia CF lleva envuelto en la pelea por el descenso prácticamente desde el inicio de la temporada y ahora se ha sujetado en Mestalla para aguantar el equilibrio. Los tres choques ganados en casa nada más comenzar la segunda vueltan han sido clave para que los valencianistas se reengancharan a la pelea por la permanencia.
No obstante, tanto la directiva como los jugadores no se están yendo de rositas y cada partido en la capital del Túria los aficionados che recuerdan y crítican la situación actual del club. Tal y como analizamos hace unas semanas en Plazadeportiva, la comitiva liderada por Lim desde Singapur (Lay Hoon, Corona y Solís) son objeto de crítica constante en Mestalla tras una nueva gestión y planificiación deportiva insuficiente para la historia del Valencia CF.
Además de ellos, son varios los jugadores que no han ofreciendo el rendimiento esperado de ellos cuando comenzó la temporada. Sin embargo, el choque ante el Villarreal fue importante por varias razones. La primera, porque el equipo sumó fuera de casa ante un rival de la zona alta. En segundo lugar, porque el banquillo decantó la balanza hacia la igualada con una gran actuación de los de refresco (Iván Jaime, Fran Pérez, Rafa Mir y Umar Sadiq), uno de los grandes "debes" del equipo durante toda la temporada.
Y por último, y todavía más significativo, porque varios de los jugadores cuestionados por la parroquia che dieron un paso adelante en un escenario difícil: hablamos de Pepelu, Fran Pérez y Rafa Mir. El tercer capitán del Valencia CF completó un choque muy completo, yendo de menos a más y con un 93% de acierto en el pase, un aspecto clave en la salida y trato de balón en el transcurso del choque. Fran, por su parte, aportó frescura al equipo con varias internadas por banda derecha y culminó su buena actuación con un pase clave que acabó en gol de Sadiq. Antes, el desmarque previo al tanto fue de un Rafa Mir que, pese a fallar la ocasión, dio oxígeno y cabalgó varios contraataques que alejaron el peligro local de la meta defendida por Mamardashvili. De hecho, se apreció un buen entendimiento entre él y Sadiq que Corberán ya estudia a futuro. Depende de ellos que los murmullos de Mestalla se conviertan en aplausos en los próximos partidos.