VALÈNCIA. Que Luis Rioja es fundamental en el Valencia CF de hoy no se puede ni siquiera debatir. El extremo, que vuelve a pisar Vitoria este lunes tras un paso glorioso por el Alavés, se ha convertido en muy poco tiempo en uno de los jugadores más importantes en el vestuario del conjunto valencianista. 

Con 44 partidos ligueros como murciélago a sus espaldas en poco más de una temporada, el sevillano ha sido titular en 39 de los mismos, es decir, en más del 88%. Con Baraja era indiscutible, y con Corberán no ha perdido fuelle. Sin ir más lejos, en apenas ocho partidos esta campaña ya ha igualado el número de asistencias del año anterior (3). Eso sí, por ahora sin la responsabilidad de lanzar los penaltis, una tarea que sí que provocó que marcara 5 tantos en la 2024/2025. 

El atacante 'che' no solo responde en el terreno de juego, sino que además simboliza ese pegamento tan importante en una plantilla como la del actual Valencia CF. Con experiencia en todas las categorías del fútbol español, ese famoso 'barro', Rioja se ha ganado el cariño del vestuario y es considerado una pieza muy valorada en el club, donde incluso sale a escena ante prensa y aficionados en momentos difíciles como el actual. En tan solo unos meses, a Luis Rioja no le hace falta portar el brazalete para transmitir el liderazgo que asesora de puertas para dentro.

Influencia y galones en tiempo récord

Recientemente, no son pocos los futbolistas valencianistas que en poco tiempo han conseguido tener galones en la entidad. El mejor caso se aprecia en la propia plantilla actual, donde además de Luis Rioja se observan los ejemplos de Pepelu y César Tárrega, capitanes del equipo tras tres y dos temporadas en el primer equipo respectivamente. 

A ese club podrían pertenecer varios de los jugadores que consiguieron el último título para los valencianistas: el proyecto Marcelino - Mateu Alemany estuvo repleto de jugadores con carácter y personalidad, y que en cuanto se vistieron de valencianistas dieron un paso adelante. Hablamos de Gabriel Paulista, Ezequiel Garay o Geoffrey Kondogbia, que desde el inicio de la 2017/2018 dominaron su parcela tanto en el verde como en el vestuario. En ese equipo había más líderes, como el propio Dani Parejo, si bien este tardó más tiempo en ganarse ese apodo, algo parecido a los que posteriormente hemos visto con José Gayà o Carlos Soler.

Antes, otros futbolistas de la talla de Seydou Keita, Nicolás Otamendi o Roberto Soldado se convirtieron en auténticos referentes en el campo en apenas unas semanas, con un rendimiento inmediato por parte de los tres protagonistas. Diferente fue el caso de Simone Zaza, que cayó de pie en Mestalla por su personalidad y garra, aunque los números no fueron nada malos tampoco y ayudaron a mitificar al italiano (19 tantos en temporada y media). Por último, Giorgi Mamardashvili se hizo con la portería 'che' en una pretemporada en la que venía para jugar con el filial, si bien es cierto que su influencia en el vestuario no era tan grande como en el caso de los citados.