VALÈNCIA. El alcalde de València, Joan Ribó, aseguró que el Ayuntamiento estaría "dispuesto" a renegociar los plazos de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) firmada con el Valencia CF si viera "un gesto" de la entidad para avanzar en la construcción del nuevo estadio y sostuvo que le gustaría que el club "fuera de los valencianos".
En una entrevista con EFE, Ribó lamentó el silencio de la entidad valencianista a sus advertencias en las últimas semanas sobre que el plazo de la ATE acaba y que el club "debe cumplir" sus compromisos urbanísticos con la ciudad, así como construir el nuevo estadio y derribar el viejo Mestalla.
"No he tenido respuesta. Nos preocupa el Valencia, no solo por sus problemas a nivel interno, que son perceptibles, sino también en lo que respecta a la situación urbanística", apuntó.
Insistió en que a los dirigentes del club “hay que decirles seriamente que el tiempo de la ATE se acaba y que los compromisos hay que cumplirlos".
El alcalde recordó que “en 2025 acaba el plazo para finalizar” los dos proyectos y que el Valencia CF tiene "un compromiso con el barrio –en el que ubica el nuevo estadio- de construir unas instalaciones deportivas".
"Me gustaría ver un gesto del Valencia CF que indique que quiere avanzar en el cumplimiento de sus obligaciones, como podría ser solicitar la licencia de actividad para finalizar el estadio o cualquier otro. Este silencio no nos gusta y nos preocupa", afirmó.
Joan Ribó señaló que "siempre" han sido "muy respetuosos con la propia dinámica" de un club "fundamental para la ciudad" e incidió en que si vieran "una voluntad seria" por parte del Valencia CF, estudiarían "todas las posibilidades".
"La ATE es una cuestión autonómica, pero si nosotros vemos una actitud positiva de querer avanzar en el cumplimiento de sus obligaciones, seremos lo más flexibles que podamos", insistió.
El barrio de Benicalap, donde se ubica el nuevo estadio cuyas obras empezaron en 2007 y están paralizadas desde 2009, está "sufriendo mucho por la falta de infraestructuras y del cumplimiento de estos acuerdos", sostuvo Ribó, quien sentenció que "hay un compromiso de construir una zona deportiva y tiene que cumplirse".
La actual situación económica del club, cuyo máximo accionista es el empresario de Singapur, Peter Lim, ha hecho temer incluso por una desaparición de la entidad, aunque Ribó tiene "la confianza de que la afición del Valencia, que es amplia, entusiasta y a veces, muy 'patidora' (sufridora), será capaz de buscar soluciones".
"Si se produjera un cataclismo así, quienes en primer lugar debe buscar soluciones son la propia afición y los elementos del club", apuntó.
También recordó que el Ayuntamiento "siempre está dispuesto a ayudar en la medida de sus posibilidades para que los clubes de la ciudad puedan desarrollar su actividad".
El alcalde cree que "los clubes de fútbol deberían ser siempre de su afición, aunque esto pueda tener diferentes variantes" y afirmó que el modelo actual del Valencia y de otros clubes de España y Europa, "no" le "gusta".
"Creo que es un modelo que genera conflicto, tensiones y un cierto distanciamiento de sectores de la afición", detalló antes de concluir: "Me gustaría que el Valencia fuera un equipo de los valencianos y espero que algún día pueda volver a serlo".