MURCIA. Secretismo en torno al plan que seguirá Carlos Alcaraz Garfia para recuperarse de la lesión que sufre y que le impedirá despedir el año 2022 en las pistas y también en lo que respecta a sus siguientes citas en su calendario. El joven jugador murciano, de 19 años y número 1 del mundo, trabajará duro para volver con fuerza al circuito, algo que hará a comienzos de la próxima temporada, pero los pasos a dar no salen del interno por ahora.
Así se lo ha transmitido a los miembros del equipo el representante del jugador, Albert Molina, cuyas consignas han sido las de no facilitar información del estado físico de Carlos y de lo que hará para recuperarse de la lesión abdominal que sufre. "Todo lo que se haga público será a través de comunicados", ha señalado el doctor del tenista, Juan José López Martínez, dos días después de las pruebas a las que se sometió en Murcia, a su regreso de París, y que determinaron que padece un desgarro en la musculatura oblicua interna de la pared lateral abdominal izquierda, lesión que se produjo durante el partido de cuartos de final que disputó y acabó perdiendo por 3-6, 6-6 (1-3) y retirada ante el danés Holger Rune.
El de El Palmar fue el que anunció, a través de sus redes sociales, el alcance de la lesión y que estará seis semanas sin jugar, lo que le impedirá disputar la Copa de Maestros, del 13 al 20 de noviembre en la ciudad italiana de Turín; y la Final a Ocho de la Copa Davis con España, del 22 al 27 en Málaga.
Hasta ahí se puede leer, como diría aquella, y es que en el equipo que capitanea como entrenador Juan Carlos Ferrero se ha optado por el silencio en relación a lo que se hará con Carlos para que vuelva al circuito con bríos renovados.
Lo que sabe es que la primera gran cita de 2023 para el actual líder de la ATP será el Abierto de Australia, primer torneo de Grand Slam del curso y que se disputará del 16 al 29 de enero en Melbourne.