Sergio Navarro: "Dirigir la cantera del Athletic Club de Bilbao es un salto cualitativo en mi carrera"

CASTELLÓ.  Sergio Navarro se ha convertido en uno de los hombres fuertes en el nuevo proyecto de un club histórico como el Athletic Club de Bilbao, tras la llegada a la presidencia de Jon Uriarte.

Sergio Navarro (Huelva, 1980) es hijo del ex futbolista Lamberto Navarro, que militó, en su día, en el CD Castellón y por ello se siente castellonero a pesar de ser onubense de nacimiento. Un apasionado de la formación y el trabajo de metodología en la cantera, faceta que dejó aparcada en 2017 cuando decidió dirigir como primer entrenador desde el banquillo. 

Su primera experiencia internacional fue en 2011 como director de metodología en el conjunto ruso Rubin Kazan. Previamente, Navarro fue profesor en la escuela de entrenadores, coordinador de fútbol 11 en el CD Castellón. Tras dos temporadas en Rusia, fichó como director de metodología por el Villarreal CF. Tres temporadas después decidió dirigir desde el banquillo y aceptó la oferta del FC Karpaty (Ucrania). Una aventura que apenas duró unos meses y tras la cual regresó a España como asistente técnico del primer equipo del Levante UD donde se convirtió en hombre clave en el cuerpo técnico de Paco López. "Cierro la etapa con Paco López, es amigo mío, desde el primer momento se lo comenté y entiende que tenía que aceptar. Lo que no dudo es que algún día volveremos a trabajar juntos", exclama el mismo. 

Un club con arraigo y unos valores que lo hacen referencia

Sergio Navarro tiene por delante un gran desafío como director de Lezama, un club con unos valores y una identidad diferentes: “Imagínate, el Athletic Club es la referencia, es un club único en el mundo por sus valores y eso aumenta la exigencia en cuanto a los procesos y las ideas y para mi es un lujazo tener esta oportunidad. Mi idea es adaptarme y conocer lo que se está haciendo y entender al Athletic desde dentro. A partir de ahí, quiero darle las posibilidades y los impulsos necesarios para mejorar. La idiosincrasia que tiene este club exige adaptarse”.

En estos primeros días de trabajo, reuniones y de puesta al día en todo aquello que tiene que ver con la cantera rojiblanca, Navarro se encuentra sorprendido por la magnitud de su nuevo club: “La gente, el arraigo del club aquí es increíble. Todo el mundo lleva el club dentro, es parte de su vida, todos quieren ayudar y eso me impacta. Es una gozada. Es un club muy especial. Instalaciones, campo, la gente... para mi es un salto cualitativo en mi carrera”.

Sergio Navarro no dudó en aceptar la propuesta que surge porque "recibo la llamada de Jon Uriarte y Xavi Alvarez, para que me incorpore al proyecto antes de las elecciones, ya que buscan una persona para que dirija Lezama y Jon entendía que podía ocupar ese lugar. Tuvimos reuniones y plantearon su idea y decidieron apostar mi y a partir de ahí solo quedaba a expensas a que su candidatura fuera elegida fuera elegida por los socios como así fue”, cuenta.

El castellonense quiere conocer y dar continuidad a lo que se está haciendo en la cantera. "Lo primero que hemos hecho es intentar dar continuidad a lo que había, ver qué hacen, cómo lo hacen y sentir ese proceso, el cómo lo hacen y a partir de ahí, intentar mejorar”.

Buena sintonía con Ernesto Valverde

Un club donde el ‘peso’ de la cantera es prioritario y que necesita que los jóvenes cachorros puedan llegar en calidad y cantidad al primer equipo donde deberá trabajar codo a codo con su nuevo entrenador Ernesto Valverde con el que ha coincidido de rival y tenía "buena relación" cuando se enfrentaban. "Con Aspiazu y con Ernesto siempre hemos tenido buen ‘feeling’, ya que las ideas son similares y como profesionales tenemos complementariedad. Hay que entender lo que Valverde quiere y lo que quiere generar y nosotros somos los que tenemos que ir ayudando a que suban chicos que refuercen esas ideas”.

Sergio Navarro que como aficionado albinegro se interesa por la situación del club concluye; “Somos del Castellón y sufrimos como albinegros. Espero que vuelvan los buenos momentos”.