No parece Alemany un hombre ingenuo sino maquiavélico, actuando desde hace unos cuantos años entre sombras. Si acepta la misión más nos vale que luego no se lamente por su falta de autonomía. Aquí se viene con la lección aprendida, lloradito...
VALENCIA. Nos podemos poner muy farrucos, pero que un hombre que domina la fontanería de la Liga española pueda tener la patria potestad del Valencia CF es más una buena que una mala noticia. No tanto por sus méritos, sino por los deméritos de la casa. Frente a la ausencia que domina una estructura inhóspita como la del club, una aportación de un malabarista del poder como Mateu Alemany es un aterrizaje en realidad del fútbol.
Que no es la solución ideal, que de nuevo quienes manden del Valencia no tendrán hilo sentimental alguno con el valencianismo, que viene recomendado y seducido por quien viene… Sí, sí y sí, pero
no está el Valencia para soluciones ideales, si eso para kilos de pragmatismo que permitan en este este viaje a la nada encontrar el norte de una brújula que se ha vuelto majara.
Si Alemany, el Ferran Soriano que anhela el meritonismo, viene a poner orden, a gobernar, con poder y decisión, viva el CEO. Si en cambio viene para maquillar, si lo fichan para decorar y subyugarlo, ¿para qué quieres un CEO? Me temo que lo quieren para aparentar, pero somos obreros de la fe y volveremos a cultivar a la esperanza.
Hay precedentes abundantes de la virtud de Lim para convencer a tipos de toda experiencia, darles milonga y contarles la película de la libertad de movimientos. Luego, el desengaño posterior y el escarnio público de ver cómo un acaudalado de Singapur se salta a la torera a cualquier ejecutivo e incumple sistemático sus promesas. No parece Alemany un hombre ingenuo sino maquiavélico, actuando desde hace unos cuantos años entre sombras. Si acepta la misión más nos vale que luego no se lamente por su falta de autonomía. Aquí se viene con la lección aprendida, lloradito.
Si Alemany viene a trabajar para el Valencia, dispuesto a reflotar una institución encasquetada, conviene. Si Alemany viene a comerciar, a trabajar para Tebas, a usar al VCF como medio y no como fin, para qué un CEO.
Hemos llegado a un momento en el que no nos sirve el maquillaje ni las promesas del este. Es fácil: o Alemany viene para hacer una enmienda a la totalidad del modelo Lim o no servirá para nada y estaremos perdiendo el tiempo entre filfas de casino.