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Si miras fijamente al abismo...

24/12/2023 - 

VALÈNCIA. El Valencia celebrará la Navidad en un clima de paz y armonía gracias a la victoria ante el Rayo. El equipo se asienta en la zona de confort de la clasificación. Es décimo en la tabla con diez puntos de ventaja sobre los puestos de descenso. El triunfo en Vallecas tiene especial relevancia. Por una parte, Baraja ha ganado adictos para la causa como los Guillamón, Sergi Canós, Jesús Vázquez o incluso Yaremchuk, quienes empiezan a asumir protagonismo en el once. Por la otra, lograr tres puntos fuera de casa tras mucho tiempo huérfanos de una victoria a domicilio, refuerza la idea del entrenador y su propuesta futbolística. 

Hace unas semanas escribía en estas mismas páginas que el Valencia estaba obligado a mirar hacia arriba. Nunca dije que el objetivo debía ser jugar en Europa, porque lo veo una quimera. Lo que sí que explicaba era la necesidad de elevar el nivel de exigencia en la plantilla, como una de las claves para evitar pasar apuros. Esta es la línea que ha seguido Baraja este último mes, confiado de su buen hacer como entrenador, y los buenos resultados han vuelto a llegar. Me reafirmo en lo dicho. Hay que continuar mirando hacia arriba y convencer al colectivo de que ese es el único camino posible. Porque, como dijo Nietzsche: "Si miras fijamente al abismo, el abismo te devuelve la mirada".  

Dejando al margen al filósofo alemán y volviendo al fútbol, en los dos últimos partidos nos hemos encontrado con la grata sorpresa de que la denominada Unidad B ha dado un paso adelante. Era complicado suplir ausencias tan señaladas como las de Gayà o Javi Guerra, pero los suplentes se han animado. Además, jóvenes como Mosquera o Yarek han entendido a la perfección las obligaciones de llevar el escudo del Valencia en el pecho y han presentado sus credenciales en sociedad. Ambos no han dudado en ofrecer su mejor versión, al igual que el año pasado lo hicieron Diego López, Alberto Marí o el propio Javi Guerra, y ahora nadie podría dudar de la calidad que llevan dentro. 

La conclusión a la que llegamos tras este parón navideño es que no hay potencial para regresar a Europa por la vía rápida. Para ello sería necesario hacer algún fichaje. Pero también alcanzamos otra certeza: el Valencia tampoco es un drama. Como decía, hay futbolistas que una vez recuperada la confianza pueden ser aprovechables para lo que queda de curso y otros que son una nueva esperanza. Todos ellos serán los que escriban el futuro del equipo. De ellos va a depender si el Valencia se mantiene en la zona de confort, si se vuelve a pasar la misma agonía clasificatoria del año pasado o si, por desgracia, nos devora el abismo. 


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