VALÈNCIA. El Levante no fichará a un nuevo director deportivo de cara al mercado de fichajes de enero. Es lo que delizó el presidente de la entidad granota, Quico Catalán, en la Junta General de Accionistas más tensa que él pueda recordar como diana de las críticas. Ante la insistencia del accionista y expresidente de la Delegación de Peñas del Levante, Gabi Salinas, sobre la toma de decisiones deportivas urgentes, Catalán aseguró que, en los próximos meses, se va a intensificar la búsqueda de una figura para el Área Deportiva, pero con la meta de que planifique la próxima temporada. Es decir, no habrá 'salvador' -con el doble sentido de la palabra, una vez sin Manolo ya en el barco- que intente aprovechar la ventana de transferencias para mejorar la plantilla y sacar piezas del vestuario. Y, con ello, evitar la debacle del descenso.
El presidente diferenció entre la contratación de un director deportivo con vistas a un nuevo curso en Primera División o en Segunda, por lo que la decisión sobre quién será la cabeza pensante en materia de fichajes en la 21/22 se retrasará todavía unos meses. Mientras tanto, es Alessio y su cuerpo técnico, junto a scouts y otros miembros de la secretaría técnica que hoy desempeñan el papel provisional de Manolo Salvador y David Navarro, quienes tendrán la palabra a la hora de apuntar a uno y otro objetivo en enero. Alessio está prácticamente solo ante el peligro del mercado invernal, una ventana siempre diferente y complicada por la reticencia de los clubes a soltar a ciertas piezas sea cual sea la categoría o la situación de la entidad. Nadie quiere vender a mitad de temporada futbolistas que se antojan importantes en sus filas. Solo descartes. A por eso tendrá que ir el cuadro de Orriols y en ese sentido peinará el mercado.
Al menos, si Alessio no está solo, sí permanece sin un especialista a su amparo. Juan Luis Mora y José Luis Sancho se mantienen al frente, de momento, de esa secretaría técnica con la que el italiano y su equipo habrán de compenetrarse en la lucha por 'pescar' en aguas potables este invierno. Lo harán, por si fuera poco, con escaso efectivo en caja y con la obligación de venta de 10,5 millones de euros antes del 30 de junio. Enero puede abrirse en el calendario como un buen mes para empezar a recabar ese montante que este pasado verano no pudo reunirse, cuando el club tuvo el imperativo de venta de 16,5 kilos y terminó inscribiendo jugadores para el inicio de la competición gracias a la prórroga de La Liga, en medio del estallido público del acuerdo con el fondo británico CVC, que dejará al Levante casi 70 millones en cuatro años -de los cuales el 70% ha de destinarse a infraestructuras y solo un 15% a costes de plantillla-.
Mientras, en el vestuario continúan jugadores con posibilidades claras de coger la rampa de salida y otros todavía con su futuro por resolver una vez concluya la temporada. Pepelu tiene sobre la mesa una oferta de renovación engendrada por la recién cesada dirección deportiva, pero aún no hay un apretón de manos definitivo, con enero a la vuelta de la esquina, el dienense, uno de los mejores granotas en el arranque de campeonato, puede ser libre de negociar con cualquier club. Aún así, la oferta la tiene... pero resta por esclarecer si el equipo de Orriols está entre los 20 equipos de la élite del fútbol español el próximo verano y con qué nueva figura en los despachos lo hace.