VALÈNCIA. Corren tiempos de recortes en el Ciutat de València. El no ascenso del club no solo pone en jaque la planificación deportiva del Levante de cara a la próxima temporada, sino también la gestión del personal no deportivo, es decir, todo aquel que no tiene que ver con la primera plantilla. En este epígrafe se incluyen los gastos tanto de dirección deportiva como de personal no deportivo relativo a la competición y otros servicios, y ahí la entidad de Orriols también se verá obligada a meter la tijera.
La actual situación económica del Levante tiene distintas aristas y no sería descartable que se acometan despidos. Por lo pronto, una de las alternativas que ya se han manejado en la entidad es la posibilidad de amplicar un ERTE, escenario que ya conocen empleados. Y es que ya el ascenso hubiera mantenido la necesidad de 'apretar el cinturón' al menos en lo que afecta a la plantilla deportiva, pero militar un año más en Segunda División amplía el espectro.
Los recortes serán necesarios. De hecho la importancia es tal que la reestructuración también llegaría a diferentes estamentos de la escuela -en principio no a futbolistas, pero sí a personal de club-. Según las últimas cuentas, los gastos en personal no deportivo ascienden a casi 5 millones de euros.
El club acelera por buscar las posibles soluciones a una situación de alfileres. La búsqueda de un inversor es una de las opciones que puede manejar el Consejo de Administración granota y personalidades como el Director General del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), Manuel Illueca, así lo manifestó en su cuenta personal de Twitter. Mientras tanto, Quico Catalán cerrará su ciclo como presidente el próximo mes de diciembre y la Fundación habrá de buscar, como máxima accionista, posibles alternativas.
Dada la gravedad de la situación, convendría no perderse con ideas peregrinas. Sin dinero, no hay "proyecto de democratización" que valga. El Levante necesita un inversor.
— Manuel Illueca Muñoz (@MIllueca) June 17, 2023