VALÈNCIA. Con las pruebas médicas y físicas comienza la actividad para el Valencia CF 22/23 de la mano de Gennaro Gattuso. El entrenador italiano está en el centro de todas las miradas de un proyecto lleno de dudas y de palos en las ruedas como consecuencia de la precaria economía de la sociedad valencianista.
De hecho el viernes corrieron rumores alimentados desde Italia de la valoración por parte del entrenador de presentar la dimisión. Dichos rumores fueron zanjados de raíz por el propio técnico quien no dudó en desmentir dichas noticias a todo aquel que le quiso preguntar.
Tras las reuniones en Marbella con Miguel Ángel Corona, Gattuso aterrizó el fin de semana en Valencia con la intención de ponerse manos a la obra, y por tanto zanjando así todos los rumores sobre su continuidad.
Cierto es que Gattuso sabe que el verano va a ser largo a la hora de poder confeccionar su plantilla, sin embargo sí esperaba que a estas alturas Guedes y Soler (o en su defecto, uno de los dos) estuvieran ya traspasados para comenzar a operar en el mercado. Que los de Mestalla no hayan realizado operación alguna en el mercado complica aún más las aspiraciones del entrenador de buscar refuerzos ante las previsibles bajas que se le van a presentar.
La personalidad del transalpino y su trabajo es el principal argumento al que se aferran en el club para afrontar otra pretemporada con muchas dificultades para reforzarse y en la que se va a ver desfilar a los mejores futbolistas de la plantilla.
Por tanto Gattuso se pone al frente de un proyecto del cual es cabeza visible por dos claros motivos. Uno, porque es un nombre con un peso específico tremendo en el mundo del fútbol. Y dos, porque la plantilla no tiene mayor novedad que su llegada a la hora de ponerse en marcha. Debido a estos parámetros, el entrenador deberá lidiar con tres grandes grupos en la plantilla.
Que vienen fundamentalmente provocadas por los jugadores que no van a continuar. En un grupo ya de entrada menguado de juego por las alas (vital en los planteamientos que ha mostrado Gattuso hasta la fecha en los equipos en los que ha dirigido), además es seguro que el entrenador perderá calidad en los costados y mucho gol (los dos máximos realizadores de la temporada anterior) con las salidas de Guedes y de Soler que se dan por hechas. Por si ello fuera poco, también hay muchas posibilidades de que José Luís Gayà también abandone el club, aunque para Gattuso este es un problema de menor calado dado que confía en Jesús Vázquez como su recambio natural.
Pero no son las únicas incógnitas que deberá despejar Gattuso con el tren ya en marcha. A la plantilla le sobran uno o dos porteros. La urgencia es sacar como sea a Cillessen dada la masa salarial que ocupa su ficha, pero la realidad es que el club lleva así dos veranos y aún no ha conseguido encontrarle destino. Además de su ficha, el elevado número de lesiones también complica encontrarle acomodo.
Tampoco está nada clara la continuidad de Christian Rivero tras una cesión al Alcorcón que ha perjudicado más que beneficiado al meta gandiense. Mamardashvili arranca como titular, mientras que el contrato y la ascendencia de Jaume en el vestuario parecen otorgarle una plaza en la plantilla.
Hay más futuros en el aire. Partiendo de la base de que en las actuales condiciones económicas todos los futbolistas son transferibles, hay casos como el de Diakhaby, que tras una aceptable temporada no descarta que llegara una oferta por el francés. De llegar a un mínimo de dinero, el club la aceptaría, con lo cual se produciría otra baja más en el eje de la zaga. No es casualidad que tres de los siete canteranos llamados para la pretemporada ocupen plaza de central (Mosquera, Iranzo y Facu González).
Tampoco está nada clara la continuidad de Manu Vallejo. El gaditano no ha logrado ser titular con ninguno de los entrenadores que ha tenido en el Valencia... ni en el Alavés. El andaluz vuelve tras una cesión en la que no consiguió minutos ni con Mendilibar, ni con Julio Velázquez. Un sólo gol en 364 minutos y 11 partidos dejan muchas dudas sobre su futuro.
Yunus es otro de los jugadores que tampoco tiene la continuidad garantizada. Entre otras cosas, porque desde Italia han llegado cantos de sirena preguntando por el norteamericano. Si la Fiorentina subiera la oferta que le ha hecho al club de Mestalla, seguro que Yunus cambiaba el arroz por la pasta de manera celérica.
"Racic no hizo buena temporada, pero vamos a trabajar con él". Fue uno de los jugadores de los que Gattuso habló abiertamente el día de su presentación. El serbio es uno de los futbolistas que está en el punto de mira tras dos temporadas en las que ha gozado de minutos, pero su juego nunca ha acabado de romper. La exigencia sobre él se va a incrementar debido a que al entrenador sólo le van a quedar Guillamón, Koba y el serbio para jugar en la posición que debe dotar de equilibrio al centro del campo.
Precisamente Koba es otro de los jugadores que debe mejorar su rendimiento si quiere serle útil al equipo y si se pretende que el mismo equipo no pase dificultades. Comenzó teniendo minutos más en Copa que en liga, pero gradualmente fue perdiendo notoriedad hasta desaparecer hasta de las convocatorias. El palo de Bordalás sacándolo en la segunda parte del Bernabeu y sustituyéndolo antes del final del partido explica que poco a poco fuera cayendo en el olvido. Deberá poner mucho más de su parte para convcencer a su nuevo entrenador.
También se espera ver qué condiciones empujaron al Valencia CF a la contratación del suizo Eray Cömert. Tras las reiteradas peticiones la temporada pasada de Bordalás de reforzar la poisición de central, la elección del central que vendría a reforzar el eje de la zaga abrió uno de los episodios de desgaste en el mercado invernal. Bordalás eligió al osasunista Aridane, situación que llevó al club a desgastar a su propio entrenador con mensajes directos sobre su postura a la hora de pelear por los futbolistas que creía que le podían ayudar (recordemos que a radio oficial del club señaló al entrenador llegando a decir que se había "enrocado" pidiendo con insistencia al central de Ossuna). Al final vino Eray Cömert, internacional con Suiza pero con varios meses inactivo, condenado a la grada por su anterior club (el Basel) por no querer renovar su contrato. La realidad demostró a un Cómert que no le cogió el aire a la liga española en ningún momento. Hasta tal punto era evidente la diferencia de nivel que Bordalás situó en su orden de preferencias a Mosquera por delante del suizo (o incluso retrasar la posición de Guillamón) cada vez que había alguna contingencia que dejara a Gabriel, a Alderete o a Diakhaby fuera de combate. Toca demostrar la condición de internacional y mejorar -mucho- en las prestaciones como marcador.
Por último, en el grupo de los futbolistas que deben mejorar mucho su rendimiento hay dos delanteros: Maxi Gómez y Marcos André. El charrúa perdió el año pasado su status de titular ante los goles de Guedes y Hugo Duro. Con otra de las fichas altas de la plantilla, el centrodelantero es otro futbolista con unos guarismos paupérrimos (5 goles en esta campaña y 4 en la pasada). También se perdió muchos partidos por lesión, y ha acumulado alguna que otra sanción evitable (como las dos rojas que vio ante el Athletic en liga y en Copa, esta última además le impidió ayudar al grupo en semis y final). En cualquier otra circunstancia se pensaría en un traspaso, su ficha y sus números (y la amortización de lo que se pagó por él) obligan a pensar en el como un jugador a recuperar. En el caso de Marcos André, esperando nos quedamos ver las virtudes del fichaje más caro de la temporada 21/22. Salvo algunos minutos buenos aislados (como la segunda parte en el Ciutat), no ha habido un encuentro por el que se pensara que el brasileño pudiera discutirle el puesto a ninguno de los tres delanteros que tenía por delante de él. Este año, con un técnico que gusta más de tener la pelota y el juego ofensivo, debe servirle para ofrecer una cara que hasta ahora no se ha visto por Mestalla.
Hasta siete futbolistas ha citado el técnico para comenzar a trabajar con el primer equipo: Mosquera, Iranzo, Facu González, Pablo Gozálbez, Yellu, Fran Pérez y Hugo González.
Los tres primeros vienen claramente para apuntalar la posición de central. Parte con ventaja Mosquera quien ya durante la temporada anterior demostró una progresión más que interesante en los minutos que disputó con la primera plantilla.
Para el centro del campo llegan Yellu y Pablo Gozálbez. El primero de ellos ya demostró desparpajo y atrevimiento en los minutos que Bordalás le dio en los últimos encuentros de la temporada. Y Gozálbez es un centrocampista de mucha calidad, del que se espera mucho en el futuro.
Arriba, Hugo González ofrece desborde y profundidad por banda desde un desborde más técnico. También juego por banda y goles (máximo artillero en el filial y pieza clave en el ascenso de los de Angulo) aporta un Fran Pérez que ya realizó la pretemporada pasada con el primer equipo.
Este es el punto de partida desde el que arranca el Valencia 22/23 de Gattuso; faena, y mucha, tiene por delante el italiano.