VALÈNCIA. Las pruebas deportivas de los Juegos Olímpicos de Tokio permitirán un aforo del 50% sobre la capacidad del recinto, con hasta un máximo de 10.000 personas, han anunciado este lunes los organizadores de la cita nipona, que se llevará a cabo del 23 de julio al 8 de agosto.
"El límite de espectadores para los Juegos Olímpicos se ha marcado en el 50% de la capacidad de la sede, con hasta un máximo de 10.000 personas. La decisión sobre los Juegos Paralímpicos se tomará para el 16 de julio de 2021", anunció este lunes el Comité Olímpico Internacional (COI).
La decisión se ha tomado tras la reunión de este lunes entre las cinco partes: el COI, el Comité Paralímpico Internacional (CPI), el Comité Organizador de Tokyo 2020, el Gobierno Metropolitano de Tokio y el Gobierno de Japón, todo teniendo en cuenta las restricciones del gobierno en torno a los eventos públicos.
Además, han anunciado que el actual calendario de competición "se mantiene intacto", y que en caso de estado de emergencia o de que el gobierno japonés decrete cualquier medida sanitaria después del 12 de julio las restricciones en el número de espectadores serán adaptadas.
También recuerdan que los espectadores, que serán exclusivamente japoneses, deberán evitar aglomeraciones y llevar "mascarillas en todo momento", y que "hablar alto o gritar estará prohibido".
"Como ya dije la semana pasada, las restricciones durante los Juegos de Tokio estarán en línea con las medidas de coronavirus que haya vigentes", indicó Seiko Hashimoto, presidenta del Comité Organizador.
El primer ministro nipón, Yoshihide Suga, indicó horas antes que cabía la posibilidad de que los Juegos Olímpicos salieran adelante sin espectadores. "Si se declara un estado de emergencia, existe esa posibilidad", expresó antes de garantizar que "no habrá dudas sobre prohibir la entrada para garantizar la seguridad".
"Seremos flexibles. No podemos descartar la ausencia del público en el supuesto de que se declare un estado de emergencia", dijo Suga durante una rueda de prensa. Los organizadores de los Juegos habían anunciado que acatarían las restricciones impuestas por el Gobierno para eventos multitudinarios.