VALÈNCIA. Una asistencia de Toño y el gol de Sergio León. El tanto del empate ante el Barça en el Ciutat tuvo más poesía de la que supone levantarle al aspirante por el título un 0-2 en contra. Ese tercer gol granota estuvo fabricado por dos futbolistas con un más que probable futuro lejos de Orriols. El cordobés anotó su séptima diana del curso, la segunda en Liga después de una Copa del Rey en la que sí mojó en las dos primeras rondas ante rivales de Tercera y Segunda B. Todavía le restan dos jornadas al curso, pero con la permanencia matemática y el final del túnel a la vista, la temporada de Sergio León no ha sido, a todas luces, lo que él esperaba.
Ya se antojaba complicado a inicios de la campaña que el próximo verano -el que ya está al caer- el ariete andaluz pudiese mantenerse como punta del Levante. El mercado de fichajes estival terminó para él con alguna curva después de toda una pretemporada en la que se sintió parte del grupo y del plan para el proyecto actual. Sin embargo, los últimos coletazos de la ventana de traspasos guardaron a Sergio León vaivenes en forma de necesidades de salidas en Orriols e intereses de clubes por sus servicios. Una de sus premisas entonces fue no recalar en Segunda División y quiso quedarse vestido de granota en busca de los minutos y la importancia que no había tenido en su primera temporada a las órdenes de Paco López.
Jugó el primer partido, ante el Valencia, como titular y sin suerte, y dos jornadas después, en la cuenta atrás para el cierre de mercado, el técnico le dejó fuera de la convocatoria en los encuentros ante Sevilla y Real Madrid. Fue un gesto claro de entrenador y club para 'empujar' una posible salida del delantero y aligerar así coste de plantilla con una figura de escasa importancia, a priori, en el proyecto. Terminó quedándose y, aún con los cinco goles coperos y una fase de la campaña, precisamente con la Copa de por medio, donde fue pieza importante en la rotación -incluso enlazó tres citas ligueras actuando de inicio-, es probable que el del martes frente al Barcelona sea su carta de despedida del levantinismo en el césped.
Sergio León tiene un año más de contrato con la entidad granota, termina su vinculación en 2022, pero el club no pondrá trabas a una salida sencilla del cordobés, dadas las condiciones del mercado y la irrupción, entre otros, de un Álex Cantero que tiene sobre su mesa una promesa de primer equipo y que trabajará en pretemporada bajo la batuta de Paco López. Queda abierto el debate en la secretaría técnica sobre la sustitución del '7', con los 16,5 millones de euros en ventas que ha de ingresar el Levante antes de que julio irrumpa en el calendario. Su salida, igual que la de Toño, no es todavía un hecho, pero todos los caminos conducen al adiós.