VALÈNCIA. El desembarco de Peter Lim en el Valencia a través de la empresa Meriton Holdings cumple este viernes una década, pues hace ahora diez años la Fundación Valencia CF, que contaba con la mayoría accionarial del club, aprobó la venta de su participación en la entidad a la compañía singapurense por cien millones de euros.
El proyecto de Peter Lim ofrecía pagar 94 millones de euros a la Fundación y donar seis millones en sendos años para actividades de la misma, mientras prometía una inversión de hasta sesenta millones de euros el primer año y un préstamo al club de otros doscientos para mejorar su tesorería, en una de las muchas promesas realizadas y que explicó el presidente de la Fundación Valencia CF, Aurelio Martínez, en la rueda de prensa posterior a aprobar la venta.
Martínez explicó que el magnate ponía a la venta el estadio de Mestalla con un precio de salida de 150 millones de euros y daba dos años para encontrar comprador; de no hacerlo, pondría él esa cantidad para acabar el nuevo campo de la avenida de Las Cortes Valencianas -el Nou Mestalla- y que estuviera para el centenario del club en marzo de 2019, una operación que nunca se concretó.
De hecho, Martínez incidió en que la opción de Meriton era "la más respetuosa con el pequeño accionista", a pesar de que ha pasado de controlar el 70 % de la entidad a ser propietario de más del 90 % debido a las sucesivas ampliaciones de capital realizadas por la entidad para que el club no entrara en causa de disolución por sus pérdidas presupuestarias.
Precisamente un día después de confirmar que el Valencia se quedará fuera de competición europea por quinta campaña consecutiva, este viernes se cumple una década desde que los veintidós patronos de la Fundación Valencia CF votaran a favor de esa propuesta, que se adoptó con el voto favorable de todos los asistentes.
El patronato estudió los siete proyectos interesados en adquirir el club, que previamente habían sido analizados por una comisión gestora creada al efecto y en la que participaron la Fundación Valencia CF, el Valencia CF, Bankia y la Generalitat.
Finalmente se eligió el proyecto de Lim, que, sin embargo, ha distado mucho de la realidad que se prometió durante esta década, en la que el Valencia ha pasado de ser el octavo mejor equipo europeo, según el ranking UEFA, a posicionarse el número 94, ha pasado a acumular más de 1.500 días sin jugar Europa o ha tenido hasta quince cambios de entrenador.
Muchos de esos técnicos, como Gary Neville, Pako Ayestaran o Albert Celades, han sido primerizos en Primera División, una situación que también se ha repetido en el área ejecutiva del club, donde los dos presidentes, tanto Layhoon Chan como Anil Murthy, no habían tenido experiencia en una entidad de fútbol.
El Valencia, cuarto en la clasificación histórica de la Liga y que llegó a ser tercero antes de la llegada de Lim al club, acumula ya cinco temporadas consecutivas sin pisar Europa y su racha se alargará, como mínimo, hasta los 1.900 días sin competición europea, fruto de la gestión y desinversión del magnate singapurense, que tuvo en el club de Mestalla su segundo intento de hacerse con un club europeo después de haber pujado también por el Liverpool en 2010, aunque en aquella ocasión su propuesta no fue la elegida.
Su primera aparición pública en el proceso de venta del club tuvo lugar el 22 de diciembre de 2013, cuando el presidente del club, Amadeo Salvo, convocó una rueda de prensa para explicar que se había recibido una oferta de Lim que consideró muy favorable. Salvo se mostró convencido de que no iba a haber "otra igual, no sólo por el importe económico sino por el proyecto global y por el talante".
La oferta, presentada al banco y explicada a la Generalitat a principios de diciembre, tenía como límite para ser aceptada el 15 de enero, pero nunca recibió una contestación oficial, pues el 10 de diciembre, antes de que ésta fuera pública pero cuando ya había sido efectuada, Bankia propuso un proceso abierto para encontrar un nuevo inversor.
En ese segundo proceso, pese a que parece que llegó a esbozar alguna propuesta, Salvo aseguró que Lim no llegó a participar formalmente "porque no le daba seguridad", pero cuando se inició el tercer y definitivo proceso la propuesta de Lim se activó por tercera vez y fue una de las siete que se recibieron dentro del plazo marcado para ser estudiado por la comisión gestora.
Todavía quedaron varios pasos, como la aprobación definitiva de la venta y la negociación con Bankia por la reestructuración de la deuda -incluida una quita- que se terminó firmando a lo largo del verano, pero el nombre de Peter Lim quedó ya ligado al Valencia.
Ese furor inicial del aficionado valencianista, que se tradujo incluso en el tifo 'Benvingut Peter Lim' durante un encuentro en la campaña 2014-15, fue desapareciendo año tras año y, sobre todo, decisión tras decisión, lo que ha llevado a la afición del Valencia a vaciar Mestalla hace un par de años, a lucir carteles amarillos que dicen 'Lim Go Home' -Peter, vete ya- y a que Libertad VCF, uno de los grupos opositores de Lim, prepare un nuevo vaciado de Mestalla este próximo domingo ante el Girona para reclamar su marcha y pedir a las instituciones que no pacten con el club por el Nou Mestalla.
La historia de amor que empezó siendo se ha convertido en una auténtica pesadilla para el valencianismo, que censura que el Valencia se empequeñezca año tras año, siga sin entrar en Europa, un lugar habitual para la historia del club, y no pelee por los títulos.