VALÈNCIA. Una remontada para ganar crédito. Si algo ha acusado Bordalás en su primer tercio de temporada en el Valencia es la falta de respuesta por parte de su fondo de armario. El técnico alicantino ha manifestado los problemas defensivos que atraviesa el equipo, pero sí que puede extraer conclusiones positivas de la inyección que proporcionaron los menos habituales en pocos minutos ante el Atlético de Madrid.
Sin embargo, con un 1-3 en contra a falta de veinte minutos, los movimientos de refresco desde el banquillo acabaron contribuyeron sensiblemente para que el Valencia agarrase un punto sobre la bocina. Sin duda, es un argumento de peso para jugadores como Yunus Musah, Hugo Duro, Marcos André o Koba Leïn en su cruzada por contar con más protagonismo para el cuerpo técnico.
El caso más significativo es el de Hugo Duro. El madrileño es un hombre de máxima confianza para Bordalás. Por necesidades del equipo ha tenido que ponerse al servicio del colectivo en el costado izquierdo. Su rendimiento fue de más a menos y Bordalás ha optado por Hélder Costa en esa posición en los últimos partidos. Podía ser un mazazo para el atacante, pero no fue así. La baja de Maxi Gómez le abrió la puerta de jugar en el frente del ataque aunque fuera unos pocos minutos. Hizo un 'doblete' decisivo y refuerza su peso en las rotaciones del Valencia. Si un ariete no hace goles, un par de diana en once minutos es la mejor carta de presentación. Además, es el máximo goleador del equipo junto a Carlos Soler.
En segunda lugar, Yunus Musah es otro de los futbolistas que contribuyó a una versión más dinámica del equipo. "Tenía muchas ganas de ayudar y demostrar", dijo al finalizar el duelo. Bordalás le dio la oportunidad de jugar por dentro -como en la selección absoluta de Estados Unidos- y su aportación fue superior. No era un contexto fácil, el Valencia estaba obligado a volcarse. Empezó por detrás de Marcos André y acabó en la medular. Estuvo dinámico y dio electricidad al Valencia en zonas en las que le suele faltar creatividad. Participó en el 2-3 al abrir a Gayá antes de que pusiera el centro a Hugo Duro e hizo una falta táctica a Griezmann a falta de tres minutos.
Por otro lado, Marcos André no brilló especialmente. Apareció con un 1-3 en contra y con la misión de fijar a los centrales para dar libertad a jugadores como Guedes, Yunus Musah o Hélder Costa. No consiguió amenazar en el área, pero sí que dejó un par de acciones. Consiguió bajar un balón complicado que acabó en un disparo de Guedes que puso en apuros a Oblak. Esa acción fue la más visible, pero no la importante. El brasileño hizo un retorno digno de Bordalás e incordió lo suficiente a Kondogbia para que Guillamón recuperase el balón para iniciar el contragolpe del 2-3.
Junto a Hugo Duro, entraron Koba Leïn y Manu Vallejo. El canterano francés fue una de las sorpresas y aprovechó sus minutos generando inquietud en la defensa del Atlético sacando una falta al borde del área en el 93. "Cuando he salido solo quería ayudar al equipo lo máximo. Creo que lo he hecho bien. No sé ni cómo he vivido los goles. Ha sido increíble. Bordalás me dijo que todo lo que pudiera fuera hacia delante". Por último, Manu Vallejo volvió a cumplir con su función de revulsivo.