VALÈNCIA. La Segunda División transcurse esta temporada a un ritmo frenético. Ni al Levante, encaramado a la segunda posición con un récord sin precedentes en su historia, le da para despegarse de las plazas de promoción de ascenso. Está a dos puntos del líder, Las Palmas, pero también solo uno por delante del Alavés de Luis García Plaza, que hoy marcha tercero. El Eibar, líder hace un mes, ocupa ahora la quinta plaza y tampoco anda muy lejos del cuadro de Javi Calleja: se ubica a tiro de tres. Por el medio, el Granada de Paco López, que igual que ocurrió en Orriols, tuvo que recurrir a una destitución para devolver al equipo a la senda del ascenso -es la plantilla con mayor valor de mercado de la categoría, por encima de la granota-.
Ese es el dibujo actual. Que la Segunda División "está este año más dura que nunca", un comentario habitual en el vestuario levantinista. El propio entrenador también ha deslizado lo complicado que, pese a la gran racha y tras enlazar tres triunfos consecutivos por primera vez en el curso, se está haciendo avanzar en la categoría porque "nadie falla": "Tenemos que tener la cabeza en su sitio, este año nadie va a subir faltando cuatro jornadas", comentó Calleja tras la sufrida victoria ante el Andorra el pasado fin de semana. La realidad es palmaria: la clasificación se merienda al equipo que encadene dos partidos sin sumar de tres. Le acaba de ocurrir al Eibar tras sus últimos tropiezos.
No obstante, esta no es la Segunda División más competida desde que la fase de promoción de ascenso se volvió a instaurar en la competición en la campaña 10/11. Actualmente la separación de puntos entre el líder y el primer equipo del playoff es de 3 puntos; de 7 entre la cabeza y el sexto lugar, que cierra las plazas de acceso a las eliminatorias. En febrero de 2014, a jornada 27 del campeonato, ningún punto (0) distanciaba a Eibar, Deportivo de la Coruña y Recreativo de Huelva, los tres primeros clasificados con 13 victorias en su haber, las mismas que hoy cuenta el Levante. Eso sí, entre ellos y Las Palmas, sexto, había 8 puntos -uno más que ahora-.
Y hay más precedentes. El más cercano data de 2019, cuando solo 1 punto separaba a Osasuna (primero) y Albacete (tercero); 7 puntos existían entre los navarros y el Cádiz, en aquel momento en sexta posición. Mientras, en 2015, Las Palmas, Valladolid, Girona, Sporting y Betis estaban separados también por solo dos unidades en los cinco primeros escalones, pero en aquel curso existía una tremenda desigualdad a partir de los verdiblancos: nueve puntos alejaban al sexto, entonces el Zaragoza, del segundo cajón.
El brutal choque de esos ejemplos se demuestra con otros como, sin ir más lejos, la última temporada en la que el Levante pasó por Segunda. A estas alturas de campaña, en 2017, el Levante coronaba la tabla con la friolera de 13 puntos de diferencia con el tercero, el Tenerife. La distancia entre los miembros del playoff era mínima, de dos puntos entre sí, pero de 10 respecto a la segunda posición liguera. Aquel equipo de Muñiz acabó aventajando al segundo con 14 puntos.