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VCF: Hay equipo, señores

Si el pasado curso sirvió para comprobar que el matrimonio Mateu-Marcelino está bien avenido, este mercado ha servido para corroborar que esta pareja no sólo se entiende de maravilla, sino que se jura amor eterno hasta que los resultados les separen. Uno convence y el otro firma. Uno gestiona y el otro lidera. Y los dos solucionan problemas

15/08/2018 - 

VALÈNCIA. No es que el Valencia CF tenga mejor equipo del que tenía. Es que además de tenerlo, lo ha logrado con un trabajo excelente, rayando el sobresaliente en el mercado. Mateu Alemany se ha movido como pez en el agua en cada negociación y Marcelino ha demostrado, una vez más, su doble condición de líder para el club: primero, convenciendo personalmente a todos y cada uno de los jugadores que han llegado; y segundo, trazando un plan maestro del que no se ha apartado ni un solo centímetro, demostrando que cuando quiere un jugador, no sólo lo logra, sino que es capaz de esperarlo lo que haga
falta. 

El VCF tenía una prioridad máxima y pasaba por conservar a Geoffrey Kondogbia. Dicho y hecho. Lo compraron, el chico es feliz en Mestalla y a pesar del interés de los más grandes en hacerle cambiar de opinión, seguirá siendo el motor diesel del equipo. El club demandaba un central nuevo para potenciar la competencia interna entre los centrales y después de moverse en las procelosas aguas de un mercado inflacionado, con la brújula de Pablo Longoria mediante, ha firmado a Mouctar Diakhaby, un joven aunque sobradamente preparado defensa para el futuro. El equipo pedía a gritos un lateral derecho de nivel y el club ha fichado a Cristiano Piccini, un tipo que ha demostrado en apenas un par de partidos esta pretemporada que si alguien no creía en sus prestaciones, ahora debe hacerlo, porque es sinónimo de garantía por la banda. Si hubo quien rajó de más después de su fichaje, ahora no hay escéptico al que no haya convencido. Este no es el Piccini del Betis. Es un defensa rápido, maduro, serio, que cumple sus obligaciones y tiene calidad.

La gente del club tenía la vista puesta en el mercado para firmar sabia nueva y a caballo entre el primer equipo y el segundo llegó Uros Racic, un proyecto de buen jugador y una buena oportunidad de mercado. Marcelino reclamaba dos puntas de máximo nivel y el club, después de un esfuerzo notable y una paciencia matrícula de honor, le ha firmado a su entrenador
dos jugadores que no sólo le mejoran la plantilla, sino que le dan un gran salto de calidad. Uno de Champions. Dos piezas que, persuadidas por la mano izquierda de Marcelino, han llegado a destino convencidos de que Valencia es la mejor plaza posible para sus carreras. Primero, Michy Batshuayi, un nueve potente. Después, Gameiro, un punta con velocidad de relámpago para ganar la espalda a las defensas contrarias. Y por último, ha llegado Denis Cheryshev, un tipo con uno contra uno, que puede jugar por dentro y por fuera, que conoce el oficio y que, a expensas de que el club logre firmar la gran guinda del pastel, que es Gonçalo Guedes, satisface plenamente a Marcelino.

Resulta imposible poder saber qué papel y qué resultados tendrá este Valencia CF en una temporada vital para el club, por la obligación deportiva de la Champions y por la moral de centenario, pero lo que es incuestionable es que el VCF ha dado, en el mercado, el gran salto que sus aficionados exigían. Después de un esfuerzo notable, el club se ha deshecho de Cancelo -la gran venta-, Maksimovic, Medrán, Montoya, Nani – tanta paz lleve como gloria deja- y Bakkali, cambiando esos cromos por nombres de más fuste, capacidad y recorrido. Fácil de hacer, difícil de hacer.

Si el pasado curso sirvió para comprobar que el matrimonio Mateu-Marcelino está bien avenido, este mercado ha servido para corroborar que esta pareja no sólo se entiende de maravilla, sino que se jura amor eterno hasta que los resultados les separen. Uno convence y el otro firma. Uno gestiona y el otro lidera. Y los dos solucionan problemas. No es un secreto a voces que, después de este mercado, el VCF pinta francamente bien. Y si al final consigue rematar la faena logrando que el PSG ceda para poder asegurarse a Gonçalo Guedes, Marcelino podrá sentirse plenamente satisfecho. Necesitaba una plantilla digna de la Champions y salvo mejor opinión, ya la tiene Esta es, a priori, una de las mejores plantillas de la historia del Valencia en los últimos años. Marcelino lo sabe y Alemany también. La letra suena francamente bien. Ahora falta escuchar la música de este VCF. Hay equipo, señores.

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