Víctimas y verdugos 

VALÈNCIA. Hacerse la víctima es eludir una responsabilidad y culpar a otro de algo que ha sucedido. Incluso la RAE tiene ya una definición de la expresión. El victimismo es un patrón de comportamiento de una persona que adopta un rol constante de damnificado, exculpándose de cualquier acto y señalando con el dedo a los demás. Esta semana en el Valencia CF hemos asistido a dos lecciones magistrales de victimismo. Dos hechos que no pueden pasar desapercibidos para la hinchada puesto que el verdugo ha adoptado el papel de víctima. Dos sucesos lamentables que destapan las vergüenzas de todo lo que, por desgracia, acontece alrededor de Mestalla.

La primera de nuestras evidencias la encontramos en la Ciudad de la Justicia. Allí, Amadeo Salvo y Aurelio Martínez no dudaron en emular a Poncio Pilatos en el proceso de Cristo y lavarse las manos cuando se les preguntó por el torticero proceso de venta del Valencia. Ambos responsabilizaron a los patronos, negaron la existencia de una extensa hemeroteca con declaraciones sonrojantes, y culparon a Peter Lim de la delicada situación por la que atraviesa el club. “A mí que me registren”, vinieron a decir. Tan sangrante ha sido lo de Aurelio Martínez, y más, con unas elecciones a la vuelta de la esquina, que el Consell lo ha destituido al frente del Puerto de València. Tarde, pero llegó. Ahora, Aurelio, no vayas de víctima…

El segundo testimonio de la semana nos lo dejó Javier Solís. El portavoz del Valencia, hombre de absoluta confianza de Meriton, no tuvo reparos en culpar al Ayuntamiento de que las obras del nuevo estadio de Mestalla no se reanuden. Así, sin el menor de los reparos. Solís, otro verdugo que va de víctima, acusó al consistorio de bloquear políticamente al club y también eludió cualquier responsabilidad en la paralización del recinto. Al portavoz se le olvidó que Lim ya lleva nueve años en el club y que todavía no ha puesto ni un duro ni una piedra para la finalización del campo.

Las desafortunadas declaraciones de Javier Solís sobre el estadio tuvieron una rápida respuesta del Acord del Botànic. Meriton ha logrado lo que parecía imposible: que ambos partidos se pusieran de acuerdo. La vicealcaldesa de València, Sandra Gómez (PSPV), aseguró que Lim nunca ha hecho nada para desatascar el problema del Nou Mestalla y que su único objetivo es “escaparse” del problema. Más contundente se mostró la concejala de Licencias de Actividad del Ayuntamiento, Lucía Beamud (Compromís), quien fue tajante en sus declaraciones. “La dirección del Valencia se está burlando de la ciudad y de los valencianos”, sentenció. Una pregunta para ambas: ¿Por qué no sustituyen al promotor?, digo yo.

Cuando el verdugo se convierte en víctima busca la compasión de los demás aún sin importarte el pufo de la venta del club o de la falta de voluntad para terminar el estadio. Su objetivo, el de los Peter Lim, Amadeo Salvo, Aurelio Martínez, Javier Solís y compañía, no es otro que volver a engañar a la gente a base de mentiras cuidadosamente presentadas. De eso hacen su modus operandi. Lo hemos sufrido durante casi una década. Conociendo a los personajes de esta tragedia, deberían desaparecer de inmediato de la escena valencianista. Pero me temo que no será así. Uno (Lim) no se quiere marchar. El otro (Salvo), solo piensa en volver. Al tiempo.