VALÈNCIA. El valenciano Víctor Claver, que este jueves se despidió del baloncesto profesional, explicó que ahora le gusta que su hijo Hugo se “emocione” viendo un balón de baloncesto, pero espera que en el futuro encuentre algo que le “llene” tanto como a él le “ha llenado jugar a baloncesto” y, sobre todo, teniendo presente “de dónde” viene, como a él le enseñó su padre, Javier.
“Me gusta que ahora te emociones viendo un balón, jugando o viendo los partidos. Espero que en el futuro encuentres algo que te llene tanto como a mí me ha llenado jugar a baloncesto. Poder disfrutar de algo que tenga impacto en tanta gente es un privilegio. Pero hagas lo que hagas, hazlo con humildad, sabiendo siempre de dónde vienes, como me enseñó tu yayo, que es el mayor culpable de que hoy estemos aquí”, explicó Claver, rodeado de más de doscientas personas, a su hijo, de apenas dos años.
En un acto celebrado en L’Alqueria del Basket de València, con toda la selección española al lado y jugadores como Ricky Rubio, Pau Ribas y personalidades del baloncesto como la presidenta de la FEB, Elisa Aguilar, o el técnico Pedro Martínez, Claver incidió en el ejemplo que le dio su padre, fallecido hace trece años.
“Él me guió, me marcó los pasos, me protegió y me motivó para que pudiera convertirme poco a poco en el que soy ahora, estuviera donde estoy aquí. Gracias, papá”, subrayó un emocionado Víctor Claver, que puso fin a su carrera con el orgullo de “haber intentado ser el mejor Víctor que podía ser, poniendo siempre por delante a la persona”.
“Yo sólo era un pelirrojo delgadito de València que no hablaba mucho y pasaba un poco desapercibido”, comentó Claver, rodeado de familiares, amigos de Maristas, su colegio, y trabajadores del Valencia, a los que agradeció haberle ayudado a llegar a la élite.
Claver, en un discurso que concluyó un acto en el que también hablaron Ricky Rubio, Sergio Llull o Pau Ribas, destacó que se ha sentido “muy abrumado toda esta semana” desde que anunciara el pasado lunes su retirada y también agradeció al Valencia Basket por darle “total libertad para que hiciera lo que quisiera”.
Incidió en la relación de los jugadores de la selección: “Llegué con veinte años y me demostraron que la familia es algo que viene de lejos y desde entonces he intentado trasmitir los valores que nacen jugando a la pocha. Este ‘soldado’ está muy orgulloso de ser un soldado durante tanto tiempo. Espero que València os ayude a conseguir ese objetivo de estar en los JJOO”, afirmó un tímido Claver.
“No me gusta estar en los focos ni siquiera hoy, que es el día de mi retirada, pero me aguanto”, bromeó el alero que ha pasado dieciocho temporadas en el baloncesto profesional en las que ha conseguido tres EuroBaskets y un Mundial con la selección española.
No obstante, se mostró muy agradecido con todos los educadores de su primera etapa de formación: “Pasé de jugar de base en minibasket, a jugar de pívot cuando era cadete y jugaba con los juniors. Estoy seguro de que ese proceso me ayudó a saber adaptarme”.
También dio las gracias a Vicente Solá, presidente del Valencia, o a Paco Raga, exdirectivo de la entidad, también a Sergio Scariolo por su “confianza y honestidad, y por el respeto estos dos últimos veranos”, así como también al club valenciano, que le permitió “jugar al máximo nivel europeo viviendo en casa” de sus padres.
En declaraciones a periodistas posteriores al acto, dijo que llevaba meses en los que su cuerpo le iba dando señales ante la decisión que ha tomado.
“Me quedo con el viaje. Hoy ha venido mucha gente con la que lo he compartido y me hacía ilusión hacerlo con ellos porque han sido una parte muy importante. Había días que pensaba que mi último partido no podía ser perdiendo en un ‘playoff’ pero con el tiempo eso pasará, me quedaré con los mejores momentos y la gente”, definió Claver.
Para el ya exjugador, ahora lo importante es “descansar, coger aire, prepararse para el futuro” y seguir formándose fuera del basket: “Tengo otras inquietudes, ahora tengo que encontrar cuál es mi sitio y lo quiero buscar activamente mientras descanso”, concluyó Claver.