Hoy es 5 de octubre
VALÈNCIA. Están los partidos que Vukcevic es capaz de jugar con el Levante por temporada por un lado, y el partido que el montenegrino juega contra su propia espalda por otro. Las lumbares del balcánico están sufriendo de lo lindo esta temporada mientras permanece ingresado en el hospital a la espera de una pauta a seguir que, si todo va bien, se sabrá este martes. El caso es que no es solo su espalda, sino el propio Vukcevic al completo el que está arrastrando, de nuevo, problemas para completar partidos y encadenar más de un mes de continuidad como granota.
Vukcevic, que regresó de la concentración con su selección roto en el recto anterior de su muslo izquierdo, ha visto así cómo su lumbalgia vuelve a la carga para amargarle un final de temporada importante en lo personal -es uno de los futbolistas en el punto de mira para la planificación deportiva precisamente por su tendencia a la lesión y por el montante de citas que se pierde a lo largo del año-. Esa lumbalgia ya le ha apartado este curso de seis encuentros de Liga y otros tres de Copa, a caballo entre enero y mediados de febrero. Un mes y medio tocado de la espalda.
El cálculo de partidos ausente se acrecenta más todavía si se cuentan los dos partidos -frente a Betis y Villarreal- que se perdió a finales y principios de año por una microrrotura en los isquios del muslo izquierdo, el mismo que está actualmente dañado. Entonces no se descartó que esas dolencias musculares también formasen parte de los daños de espalda. Un auténtico calvario que esta campaña se ha multiplicado, pues en la anterior no se perdió ningún grupo de partidos por alguna lesión de empaque, más allá de molestias musculares.
En total, son 16 los encuentros que se ha perdido Vukcevic esta temporada por estar en la enfermería. Y van a ser muchos más toda vez que continúe hospitalizado y recupere -en caso de que así sea- antes del final del presente campeonato. Una incógnita hoy día que puede terminar perfectamente, también en función del tratamiento que se siga, en un KO hasta la conclusión. Con dos lumbalgias, los problemas de aductor y la rotura en el recto anterior a cuestas, los datos superan a los de su primera temporada en Orriols, cuando se ausentó en 11 citas por problemas en el tobillo y también en la pantorrilla -al final de la temporada-. Son más incluso si computan en la cuenta los choques en los que no estuvo nada más firmar su contrato en el Ciutat (no fue convocado en los tres primeros).
Entonces la crítica fue dura con el montenegrino. Al menos con los 9 millones de euros que costó su traspaso procedente del Sporting de Braga, el más caro de la historia del club. Sin embargo, la temporada siguiente -la pasada, con crisis del coronavirus mediante- fue la segunda con más partidos de Liga en el historial de Vukcevic (30). Aún así, el centro de la diana también ha acumulado otro dato en estos tres años del balcánico con el '17' del Levante en su maltrecha espalda: el número de partidos que ha sido capaz de completar. Muy pocos. Y la estadística explota si se compara con su competidor más directo en el pivote granota, Nemanja Radoja.
Vukcevic fue capaz de jugar 90 minutos en tan solo un partido de su primer curso como levantinista: el penúltimo de la temporada en que el cuadro de Paco López logra la salvación en Girona. En la segunda terminó seis partidos de 32 disputados. Y en la tercera, la actual, cuatro de los 16 que ha jugado hasta la fecha. Mientras, Radoja ha completado, en sus dos temporadas en el Ciutat de València, 30 de 53 partidos disputados (18 de 27 en el primer curso; 12 de 26 en el segundo en transcurso). El serbio ha acabado el triple de encuentros que el montenegrino, incluso en su caso el ex del Celta ha llegado a encadenar 13 choques consecutivos con 90 minutos en sus botas.
Es esta una de las razones por las que Vukcevic es tema de conversación para la planificación deportiva de la campaña que viene en lo que atañe al centro del campo. Doukoure no continuará salvo sorpresa y Pepelu tiene muchas papeletas de ser nuevo inquilino en la medular granota: por su buen año en Guimaraes y por la economía de guerra que reinará en Orriols durante la próxima ventana de traspasos. Dada esta situación y con el parte de partidos en el dique seco del montenegrino -con 29 años cumplidos y camino de la treintena-, su salida puede darse toda vez que se le encuentre acomodo.
Cabe recordar que en el mes de noviembre el propio Radoja era un futbolista con pocos minutos -muy residuales, de hecho- en el conjunto de Paco López y, por ello, una de las piezas que miraba al mercado de invierno como una posibilidad para hacer las maletas en busca de más oportunidades. La situación cambió radicalmente precisamente con las lesiones de Vukcevic como uno de los motivos, pero también por el buen hacer del serbio en las citas en las que pudo salir de inicio. De hecho, también el buen arranque de Liga de Vukcevic con Malsa propiciaron las sombras en el caso de Radoja.