Ya se verá

VALÈNCIA. Cuando se producen situaciones de cambio siempre acabo recurriendo a la siguiente frase: “Ya se verá”. La expresión viene de la película “La guerra de Charlie Wilson” (2007), un magnífico filme de Mike Nichols protagonizado por Tom Hanks, Julia Roberts y el tristemente desaparecido Philip Seymour Hoffman. Es una cinta que narra el final de la guerra de Afganistán y la derrota de la Unión Soviética, gracias al armamento secreto facilitado por Estados Unidos a los muyahidines. Mi escena preferida se produce casi al final de la película, cuando uno de los protagonistas le cuenta al otro la historia del maestro Zen.

El diálogo es más o menos así:

  *   ¿Conoces la historia del maestro Zen y el chaval?. Al cumplir los 14 años a un joven le regalaron un caballo y todos en la aldea dijeron: ¡Qué maravilla! ¡El muchacho tiene un caballo!. Y el maestro Zen dijo: “Ya se verá”.
  *   Dos años después el chaval se rompió la pierna al caer del caballo y todos en la aldea dijeron: ¡Qué terrible! ¡Se ha roto una pierna! Y el maestro Zen dijo: “Ya se verá.
  *   Entonces estalló una guerra y todos los jóvenes fueron al frente menos el chico que tenía la pierna destrozada y todos en la aldea dijeron: ¡Qué maravilla!.

…y el mastro Zen dijo: “Ya se verá”.

Desde que vi esa película, suelo utilizar el mantra de “Ya se verá” a menudo. Sobre todo cuando se producen novedades que invitan al optimismo colectivo. ¿Por qué les cuento todo esto?. ¿A qué viene al caso?. Pues por la sencilla razón de que el Valencia, a través de su nueva cabeza visible, Sean Bai, aprovechó la rueda de prensa de presentación del nuevo entrenador, Gattuso, para anunciar un cambio de rumbo en la gestión de la entidad.

Amortizado Murthy, el nuevo CEO del club asegura que Meriton va a romper con su nefasto pasado y tratar de reducir la distancia entre la propiedad y la grada. “Queremos trabajar al máximo desde la autocrítica para que los aficionados se sientan orgullosos de su club. Queremos que os sintáis identificados y que compartamos ese ADN del club. Vamos a hacer un gran Valencia”, explicó el director general.

De momento, en esta nueva campaña de imagen cuyo único objetivo parece ser revertir la reputación global de Peter Lim, ya se han dado los primeros pasos: El Valencia ha anunciado que explicará al público su proyecto deportivo, la apertura de unas redes sociales que llevaban capadas más de 400 días, retomar el diálogo con unas peñas que fueron expulsadas de Mestalla por ser críticas con Singapur y mejorar la relación diaria con los medios de comunicación locales. Ahí es nada.

Ante todos estos buenos propósitos, y conociendo por desgracia a los actores principales de este dramático guion, se puede evocar al evangelio de Juan (20:24-29) en el que Tomás afirmaba: “Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré” o recurrir a la vieja filosofía oriental del maestro Zen y decir aquello de “Ya se verá”.