VALÈNCIA. Al contrario que en el comienzo de la temporada pasada, el Valencia CF ha comenzado la liga con un importante déficit que le lastra cada partido. Si bien es todavía extraordinariamente pronto para alarmismos, lo bien cierto es que una de las cualidades que destacó sobremanera en el inicio de la campaña pasada fue el escaso número de minutos que los de Marcelino tuvieron que ir por debajo en el marcador en el arranque del torneo.
Solo fueron ocho minutos en la segunda jornada y ante el Real Madrid en el Santiago Bernabeu y esa constante se repitió hasta la jornada 14 en la cual el Getafe de Bordalás derrotó por uno a cero a los blanquinegros.
Este año hubo que esperar a que Rodrigo igualara el gol inicial de Correa en el partido inaugural, no hubo reacción alguna ante el Espanyol y el domingo Cheryshev y Parejo anotaron para igualar el desequilibrio en el marcador provocado previamente por dos tantos de Roger.
El propio Marcelino en sala de prensa lo admitió y -fiel a su estilo- no puso para nada paños calientes a la situación "la realidad es que aún no hemos ido por delante y por tanto debemos pensar y reflexionar nosotros porqué no vamos por delante. Para eso no hay que conceder y por eso hay que evitar los dos goles que nos metieron hoy -diría incluso que los dos goles y la ocasión al palo de Morales-. Nos falta seguridad en ese apartado, tenemos que mejorar. Vamos a intentar trabajar ser más sólidos defensivamente y ser más solidarios en defensa - eso no quiere decir que no lo seamos porque en este equipo el trabajo, el esfuerzo y el compañerismo están fuera de toda duda- pero tenemos que ser más solventes y más contundentes cuando no tenemos el balón". Incluso en una respuesta anterior ya había advertido "no me gusta mi equipo sin la pelota".
Que el equipo concede más es una realidad, pero no por ello significa que haya problemas de llegada arriba, más bien todo lo contrario. El Valencia acumula muchas ocasiones, pero no las transforma. Gameiro y Wass tuvieron opciones para el gol del triunfo en el tramo final ante el Atleti. También hubo oportunidades de sobra en la primera parte ante el Espanyol, pero de momento la pelota no ha entrado las veces deseadas por los de Marcelino
De hecho el principal problema parece ser los momentos en los que el equipo se desequilibra. Sin ir más lejos y tomando como ejemplo el último partido disputado -el del derbi-, la realidad es que se ajusta perfectamente a los parámetros descritos. El Valencia pudo perder el partido con la oportunidad de Morales al comienzo del segundo tiempo que saca Neto con el pie con 2-1 en el marcador. Sin embargo, y una vez conseguido el empate tuvo ocasiones incluso para haber ganado con holgura. Los dos balones al palo de Gameiro, las dos contras en superioridad mal ejecutadas por el galo en el último pase, un tiro por abajo de Ferran que sacó Oier o un balón de Rodrigo a puerta vacía que le pasa entre las piernas.
El Valencia busca el equilibrio. Busca mostrarse solvente sin balón tal y como su entrenador dijo. Vienen quince días ahora para trabajar, aunque el "virus FIFA" se lleva a diez efectivos. A la vuelta espera el Betis y espera una afición que aguarda la primera victoria tras tres jornadas sin conocerla.
Pese a ser pronto todavía para histerismos, este es un escenario que no contemplaba ni la más pesimista de las previsiones.