VALENCIA. El 1 de mayo de 2016 fue la última vez que el máximo accionista del club blanquinegro, el señor Peter Lim, tuvo el tiempo de acercarse a Mestalla para ver un partido de su equipo, fue un Valencia CF 0-2 Villarreal CF. Del club por el que pagó 95 millones de euros para controlar el 70% de sus acciones. Después de eso, se han disputado 29 jornadas de Liga, 4 partidos de la Copa del Rey y han pasado 317 días con sus 317 noches. Desde aquel día, no ha habido rastro de Lim por Valencia.
Pasado todo este tiempo sin que usted, señor Lim, se haya dignado a aparecer por las oficinas del club, ni tampoco para venir a ver un partido de su Valencia CF, le tengo que decir que nos mintió. Que a usted ni le gusta el fútbol, ni tenía ganas de construir un gran club. Todo eso era una gran mentira que algunos como yo nos tragamos. Y nos lo tragamos porque fue el único que puso el dinero. Más bien el único que tenía dinero de verdad, no del monopoly o manchado del dinero de los desahucios. Pero hoy, con su gestión, usted le demuestra al valencianismo que sólo tenía dinero pero ninguna intención de hacer un gran club. Si la hubiera tenido, hubiera aterrizado con un ejército de los mejores profesionales del fútbol para rodearse bien y hacer un gran proyecto. Usted, en cambio, ha colocado aquí a tres personas que no saben si el gol en propia portería nos lo dan a nosotros.
Hay quien dice que no es importante que el máximo accionista venga a ver a su equipo, pero para mi es básico. Que usted viniera a ver a su equipo significaría que de verdad se sentiría ilusionado de lo que ha comprado. Porque pese a que usted no tenga ni pajolera idea, está cumpliendo el sueño de los miles y miles de valencianistas que desearían como sueño de su vida poder tener todo el dinero que usted tiene para haber sido ellos los que compraran y gestionaran el club, para poder sentarse cada partido en el palco presidencial de Mestalla o para poder viajar a cada palco representando a este club. Eso para el valencianista es un sueño, algo irrealizable que únicamente sueña por las noches. Usted, sin embargo, lo tiene a su alcance y lo desprecia. No le da ningún valor.
Eso es algo de lo que ya nos hemos dado cuenta. Usted desprecia venir, desprecia integrarse entre los aficionados y contarles su proyecto y lo hace porque en realidad no hay ningún proyecto. Usted no ha tenido un plan en ningún momento que no fuera ir haciendo sus fichajes junto a Jorge Mendes y con ello ir intentando formar un buen equipo. Pero así es imposible y entiendo que usted ya se ha dado cuenta de ello. Yo hace tiempo que no me trago la bola de que usted no se entera de nada, de que no le cuentan las cosas, porque eso se desmonta fácilmente mirando la tabla clasificatoria desde hace año y medio. Usted no viene porque ha dejado de apetecerle el fútbol o porque ya no tiene dinero para invertir lo que hace falta.
Mientras usted ha jugado con el juguete y nos ha colocado a unos cuantos paquetes a precio de oro, para que Mendes le hiciera algún favor que otro a los dueños de otros clubes para los que también trabaja, el valencianismo se ha ido diluyendo. Ha perdido la ilusión. Los últimos encuentros Mestalla está por debajo de los 30.000 aficionados y eso es algo que no pasaba desde la etapa de Manuel Llorente que fue cuando el valencianista empezó a estar cansado de todo. Ahora, la situación empieza a ser parecida. Una mayoría del valencianismo ya no se cree a Lim. No quiere saber nada de Meriton. No quiere que Layhoon le vuelva a contar mentiras en perfecto inglés o en chapucero castellano, ni tampoco que Anil Murthy, el último enviado desde la casa singapuresa, le diga a los abonados que no se cree que están enfadados.
Señor Lim, dígale a su gente en Valencia que deje de hacer pequeño al Valencia CF. No puede ser que después de los dos últimos años que ha pasado el valencianista, ahora encima tenga que asumir que el club ha de hacerse pequeño porque sus dirigentes son pequeños e incapaces de dirigir un club de la historia y la grandeza del Valencia CF. La incapacidad de los gestores no puede pagarla el club y mucho menos sus aficionados, el club y los aficionados necesitan urgentemente ejecutivos con la ambición y la preparación que necesita y exige una entidad como la valencianista. Usted puso 95 millones para comprar las acciones y 100 más para comprar a sus jugadores. Ahora, ponga el club en venta y cuanto antes dígalo bien claro. El valencianismo no aguanta más experimentos con el club, el valencianismo no merece más una gestión como la de Meriton y Meriton no soportará la presión y exigencia que el valencianista ejercerá sobre ellos en los próximos meses.
Señor Lim, usted nos mintió. En casi todo. Lo hizo a través de Lim en Valencia, Layhoon, y lo hizo usted en su única entrevista oficial. Ahora, es momento de que se haga a un lado y deje que un club casi centenario recupere el sitio que por historia merece.