MURCIA. Carlos Alcaraz Garfia no afloja y ya se ha plantado en la tercera ronda de Roland Garros con un triunfo rotundo en tres sets por 6-4, 6-2 y 6-2 ante el georgiano Nikoloz Basilashvili, jugador número 31 del mundo y del que se deshecho en 1 hora y 55 minutos. Su siguiente rival en la tierra batida parisina será el alemán Jan Lennard Struff.
El joven tenista murciano, de 18 años y que esta semana ocupa el puesto 97 de la clasificación ATP, está de dulce y acumula diez victorias consecutivas -cinco para ganar el Challenger de Oeiras, tres para superar la previa de este Grand Slam y dos ya en el cuadro final en la capital francesa-.
El de El Palmar, que en primera venció al valenciano Bernabé Zapata, mostró una solidez que ya no extraña a pesar de ser un adolescente compitiendo en un circuito tan exigente y haciéndolo, además, en los principales torneos.
Menos de dos horas le bastaron al pupilo de Juan Carlos Ferrero para sellar su pase a la tercera eliminatoria, que es su tope en un "major". En el Abierto de Australia, su debut en un Grand Slam, hizo segunda ronda y en su primera presencia en París buscará la cuarta frente a Struff, jugador germano de 31 años y número 42 del mundo, que se impuso al argentino Facundo Bagnis por 7-5, 7-6 (1) y 6-4.
Alcaraz, con un tenis solvente y agresivo cuando tenía que serlo, ganó a Basilashvili por la vía rápida en un encuentro en el que casi siempre llevó la iniciativa y a ello le ayudó su buena tarde a la hora de poner la bola en movimiento. De hecho, logró diez "aces" por ninguno de su contrincante y una sola doble falta por las cuatro del de Tiflis. Esa notable diferencia fue importante en un choque en el que Alcaraz ganó 92 puntos por los 73 de Basilashvili, nueve años mayor.
En el primer set, cada jugador fue ganando su saque hasta el 3-3 y en ese momento el de Murcia se anotó el primer "break" del choque, lo cual le hizo tomar un mando que ya no soltó para cerrar la manga con un 6-4 después de 33 minutos.
En el segundo parcial "La Roca" puso la directa y el 3-0 con el que la abrió le demostró a Basilashvili que debería rendir a su mejor nivel para alcanzar el que estaba exhibiendo el palmareño, que estiró su ventaja hasta el 5-1 y la mantuvo para ponerse 2-0 en cuanto a sets con un 6-2 al que llegó tras media hora justa de contienda.
Alcaraz quería terminar el trabajo y no cedió en su empuje tampoco en la tercera manga, que sería la última del encuentro.
Tras apuntarse el georgiano su primer saque, el de Murcia dejó más que claras sus intenciones y, con tres juegos seguidos, se colocó 3-1 y luego 4-2 arriba. Tuvo un momento de duda, cuando perdió su servicio para el 4-4, pero se sobrepuso de inmediato para devolverle el "break" a su rival y cerrar la manga y el partido después de 52 minutos más. Fue el cierre a una nueva demostración de que Alcaraz está en París para llegar lejos y es lo que está haciendo.