Alicante ya es de Oro

ALICANTE. Noche de oro para un HLA Alicante que hizo su trabajo ganando a Navarra, combinando la victoria con la derrota de un Villarrobledo incapaz de superar a Iraurgi en su feudo. La última jornada será de mero trámite tras la fiesta del ascenso en un Pedro Ferrándiz entregado a sus héroes, enfervorizado ante la eterna resurrección de una entidad que se resiste a caer en el olvido de la historia del baloncesto español, y con jugadores como Schmidt, Pitts, Toledo o Conde que entran en la historia del basket alicantino por la puerta grande.

Tuvo HLA Alicante un primer cuarto entre lo accidentado y la falta de precisión, si bien le costó a ambos conjuntos abrir el marcador. El sempiterno Hernández-Sonseca lideró a los suyos durante unos primeros compases en los que solo el acierto de Justin Pitts plantó cara  a los forales.

Los pamplonicas dispusieron de un +8 de ventaja durante algunos momentos del período inaugural, con Iñaki Narros apareciendo junto a Sonseca en el equipo de Xabi Jiménez. Rivero introdujo cambios con la entrada de Garrido o Larsson, reduciendo Lucentum progresivamente la ventaja de los visitantes, dejando finalmente a una canasta de diferencia un primer cuarto mejorable.

Dos exlucentinos como Carles Marzo y Javi Marín intentaron tomar el mando del encuentro en el segundo cuarto, pero fue Carlos Toledo el que comenzó a aportar ofensivamente para darle la vuelta al marcador. El partido comenzó a tornarse más físico a pocos minutos del descenso, con una grada entregada que mostraba un aspecto rozando los tres cuartos de entrada.

Chumi Ortega forzó un tiempo muerto de Navarra al lograr un 2+1 que prometía tornarse en puntobde inflexión al significar el +10 para los alicantinos. En defensa, la presencia de Sidibe y Conde frenó a un Hernández-Sonseca que no se sintió cómodo en el segundo cuarto. Rivero se vio forzado a pedir tiempo muerto tras un triple de Giano, a pocos segundos de un descanso que vino bien a ambos conjuntos, ya que el nivel de acierto decayó durante los último minutos de la primera parte.

Con un ojo pendiente del encuentro en Villarrobledo, que a comienzos de la segunda parte en Alicante daba la victoria a Iraurgi, HLA Alicante entraba al partido con un Pitts soberbio golpeando desde el triple. El norteamericano seguía con su show avanzando hacia una ventaja que ascendía en el ecuador del tercer cuarto a los +18 para Lucentum, que poco a poco iba amarrando su parte del trabajo: la victoria en el Ferrándiz. Navarra por su parte se iba despidiendo de las últimas opciones que le restaban para jugarse el ascenso a la segunda en las eliminatorias del segundo al quinto clasificado, y a su vez, Villarrobledo empataba el duelo ante Iraurgi.

Los últimos instantes del tercer cuarto fueron de un arrollador dominio local ante un rival que poco más podía hacer. Galán entró al partido para sumar un +20 que duró poco en el marcador, pero que daba buena muestra del músculo que estaba enseñando Lucentum. La tensión se trasladó en ese momento a una grada que comenzaba a estar nerviosa, pendiente de lo que ocurría en La Mancha en un partido que Villarrobledo no conseguía remontar ante Juraisti ISB, que sin opciones de pelear por nada, se estaba convirtiendo en juez del ascenso directo a LEB Oro.

La temperatura comenzó a subir en el Ferrándiz al ritmo que se restaban los minutos del último cuarto tanto en Alicante como en La Mancha. Villarrobledo seguía sufriendo ante Iraurgi, pero el diferencial en el marcador de Alcázar no aseguraba nada a cuatro minutos del final. Alicante por su parte seguía dominando a placer su duelo ante un Navarra que se resistía todavía. Con ocho minutos por descontar en la Costa Blanca, y la mitad en la Meseta, el ascenso parecía acercarse por momentos, con Galán tocado por una varita celestial, enterrando las últimas esperanzas de los forales.

Villarrobledo seguía sufriendo en su duelo, y Alicante dominando en el suyo, con dos minutos por jugar en el centro de la península. En esos instantes, comenzó a circular por la grada el sentimiento de ascenso que se venía transmitiendo por una emisión en streaming del duelo de los manchegos que cada dos por tres daba problemas, subiendo las pulsaciones de hasta el aficionado más pintado. A falta de tres minutos en Alicante se confirmó la derrota de Villarrobledo por 55-64 ante los vascos, y el mero trámite de ganar a una Navarra ya derrotada parecía ser pecata minuta.

En los instantes finales Pitts se empeñó en hacer más inolvidable la noche para los presentes en el Pedro Ferrándiz, y mientras iba sumando puntos en su haber, la locura en la grada iba creciendo a sabiendas de que el tiempo que restaba para acabar el partido en Alicante era el que separaba al Lucentum del tan preciado Oro. Xabi Jiménez paró el partido entonces con un tiempo muerto, aunque la grada no estaba por la labor de detener su empuje.

Al grito de “¡que viene, que viene!” la Kali Nord anunció a sus jugadores el resultado de lo acaecido en Castilla. Faltaban poco más de dos minutos en ese momento, que a más de uno se le hicieron eternos. Rivero repartió minutos en los últimos instantes para hacer justicia a un esfuerzo de toda una temporada, con idas y venidas en la plantilla, y por que no decirlo, a cinco años de sufrimiento en una categoría tan competida como la LEB Plata, difícil a la par que cruel. Todo ello quedó en el pasado en el momento en el que acabó el encuentro, con el balón en las manos de un Schmidt que esperó el conteo del público para mandar el balón al cielo y celebrar el ascenso.