VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el Valencia CF 0-3 Ajax:
SERGIO ARLANDIS
Al Valencia se le hace gigantesca su área en Mestalla y la portería contraria muy pequeña. Jugar en casa es más un trauma que un premio o una oportunidad de demostrar que eres un buen equipo a pesar de todas esas inoportunas trampas internas. El equipo de Celades tiene una frágil mentalidad actualmente, que le impide reaccionar con éxito ante las adversidades. Luego podemos alegar que el Ajax tiene más calidad que tú, pero también es cierto que mucha de tu calidad es comprada y que el equipo holandés se la ha creado él mismo, con una auténtica identidad de club que tú, por desgracia, no tienes. De momento, casi es mejor ahora que el Valencia se reencuentre consigo mismo fuera de su feudo. Tiempo habrá para hacer de Mestalla un campo algo más difícil para puntuar, aunque si le pones la misma intensidad que en la segunda parte lo veo bastante difícil de conseguir.
JOSEP LIZONDO
Una gran lección de fútbol la que te ha dado el Ajax. Un bofetón que te baja a la tierra y te dice, como te dijo el Arsenal el año pasado, que todavía estás lejos del estándar europeo. Para seguir avanzando se necesita invertir. No dinamitar. A los 90 minutos, no tengo claro que esa salida a convertir el partido en un corre calle haya sido la mejor decisión. Hubo destellos esperanzadores, síntoma de que has avanzado algo, pero insuficiente para estos escenarios. Como el año anterior, te digo, que la Champions es la Champions, y a ti te encontré en la calle.
JOSÉ MARÍA PERIS
El partido hubiera sido divertido si uno de los contendientes ni fuese el Valencia CF. Un arranque vibrante, sin dejarse nada ningún equipo, y un gran gol al principio eran los entremeses para un banquete de balón. Pero resultó decepcionante no tener la efectividad que si están teniendo los rivales que visitan Mestalla, excepción del Mallorca. Probablemente se tendrá que revisar el estilo que se mostró en Bilbao y Londres contra el de ayer. Históricamente el Valencia CF siempre ha trabajado desde el esfuerzo conjuntado. Seguiremos esperando la evolución del equipo con Celades. Ser rocosos se está convirtiendo en peligrosamente guadianesco.
VICENT MOLINS
La coreografía la puso al Ajax. Su danza libre, su falta de anclajes. El Valencia, a remolque, persiguió no caerse. Resistió durante instantes, tuvo en un penalti la posibilidad de volver al baile, pero se quedó en una esquina, viendo el espectáculo. Luego está el resto: el Valencia desde hace unas semanas es un equipo más sencillo de atacar; Mestalla ahora es un campo sencillo para el rival.
VICENTE BAU
Un diez al Ajax. Jugó un fútbol divertido y abierto y desarboló a un mal Valencia con un Celades que ayer, realmente, estuvo muy por debajo de lo que había demostrado en Bilbao. El entrenador del Valencia no para de dar tumbos con escaso sentido. Guedes jugó injustamente los noventa minutos y sentó a Maxi ya en la segunda parte de forma sorprendente y absurbs. Ayer en Mestalla ganó la alegría de un histórico que te hace disfrutar del fútbol y perdió un equipo que no sabemos muy bien como está siendo dirigido.
PACO GISBERT
Los tópicos futboleros hablarán de mala suerte, del gran esfuerzo del València, de las ocasiones perdidas y de la oportunidad temporal de los goles del Ajax. Pero esto es la Champions, amigos, y en esta competición hay que aprovechar lo que tienes si no quieres salir escaldado. Igual que el València rentabilizó en Londres su único disparo a puerta, los 14 remates de ayer -penalti incluido- no dieron ninguna alegría a un Mestalla que, como el año pasado, sueña con medirse a los grandes de Europa hasta que se da cuenta de que este equipo no llega. Resultado cruel, por el descaro del València cuando el partido estaba competido, pero justo. Contra estos equipos hay que tener mucho más colmillo que el que ha exhibido el València.
NACHO COTINO
El Valéncia intentó competir al Ajax con las armas del Ajax pero... olvidó utilizar las que mejor maneja. Hubo presencia arriba pero no se supo finalizar y... si no finalizas y, además, pierdes la tensión defensiva que te hizo solvente, el que finaliza es el contrario, que sí supo hacerlo. En la primera parte quizá el castigo fue excesivo para lo visto sobre el terreno de juego. La Segunda parte... sonrojante.