la opinión de los colaboradores

"Tres puntos para respirar a la espera de tardes mejores"

2/09/2019 - 

VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el Valencia CF 2-0 RCD Mallorca: 

PACO GISBERT

Si no fuera porque este club es un polvorín, porque mañana puede modificarse una plantilla que parecía destinada a grandes cosas, diríamos que la vida sigue igual. El València sigue ganando con oficio, tras sufrir en la primera parte e irse al descanso con un capazo de buena suerte, sigue aplicando la dinámica funcionarial que le sirvió para tanto en la temporada pasada y gana en Mestalla sin brillantez. La vida sigue igual porque Tebas se empeña en que se juegue en Mestalla con un calor infernal, porque Marcelino continúa dosificando a Kangin Lee para desespero de la afición y porque Parejo es, todavía, el mariscal de campo de un equipo tan reconocible como difícil de enamorar. Pero así se ganó un título la pasada campaña y la fórmula de éxito sigue vigente. Un triunfo balsámico antes del primer parón de selecciones y antes de esperar a que no estalle la bomba en el cierre del mercado.

JOSEP LIZONDO

Pues esto es el fútbol.  Con  la Real un partido de 3-0 acabó 1-1 y hoy que te viste con un 0-2 a la media hora lo ganas sin tirar a puerta. Lo que también sigue igual es Guedes. 50 millones para que se pase 90 minutos cayéndose al suelo. Lo que falta no sé si se arregla poniendo a Lee hasta que reviente o qué,  pero hay pocos equipos que se muestren tan inoperantes ante una buena defensa como el Valencia.

VICENTE BAU

Este Valencia parece un calco al de la pasada temporada. Triunfo con cierto sufrimiento y jugando un fútbol extraño, rarete en ocasiones, pero así es este equipo de Marcelino y así, igualmente, logró clasificarse para la Champions la pasada temporada. El Valencia no enamora, pero sí gana así los partidos los problemas serán menores. En el fútbol no hay nada como un triunfo para dejar de alimentar la polémica. Y por cierto, jugar a las cinco de la tarde en Valencia es un disparate. Pero bueno, victoria y algo de calma, que no es poco.

NACHO COTINO

El análisis tras la primera parte dejaría en muy mal lugar a todo el equipo con la excepción de Coquelin. Un modestísimo Mallorca sacó los colores de manera evidente a un Valencia desdibujado y alarmantemente apático. El gol de penalti antes del descanso y, sobre todo, el segundo, sacó al equipo bermellón del partido y emergió el Valencia más parecido al que esperamos. No se ‘desmelenó’ en momento alguno pero aparecieron Ferrán y Parejo para maquillar lo acontecido en la primera parte. Aunque no sea un partido para sacar pecho, no quiero pensar cómo se hubiera calentado la caldera de haber marchado al parón con cualquier otro resultado que no fuese la victoria. Tres puntos para respirar a la espera de tardes mejores.

VICENT MOLINS

¿El Valencia se parece demasiado al del curso pasado? El Valencia se parece demasiado al del curso pasado. Afortunadamente, porque representa la previsibilidad de saber que es un equipo sólido que se desarbola poco y persiste. Desgraciadamente, porque es demasiado plano y tiene pocas fórmulas en su libreto de instrucciones. El desequilibrio entre ambas orillas depende, mucho, del talento y el gol. De nombres, todavía ausentes, continuamente ausentes, como Guedes. En la victoria, un Valencia empatándose contra sí mismo.

JOSEP BOSCH

Calor, calor i més calor. La graderia de Mestalla era un dels llocs menys recomanables on estar un diumenge d’estiu a les cinc de la vesprada. I allí estava el “respectable”, terme que la prensa clàssica utilitzava per anomenar al públic. Però el d’ahir no va ser respectat, ni per la patronal del futbol ni pel propi club, a l’hora de fitxar l’horari del partit. Per cert, repartir gorretes i botelletes d’aigua, a temperatura ambient, no va ser mès que un parxe i no cap  solució per a mitigar el calor. Del partit poc a dir, una primera part on el 0-2 haguera sigut un resultat normal i posteriorment dos penals li donen als de Marcelino la primera victòria lliguera. Ara sols queda esperar el final del mercat i vore quina o quines sorpreses ens depara.

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