CASTELLÓ. La ausencia de público en los estadios en el regreso del Castellón al fútbol profesional ha hecho especial daño a los albinegros, que en los últimos años habían gozado del privilegio de contar con las gradas de Castalia prácticamente llenas tanto en Segunda División B como en Tercera.
En el curso actual se han escapado muchos puntos del feudo albinegro. Sin embargo, en los últimos meses Castalia se ha vuelto a convertir en un campo talismán para los orelluts gracias a una cosecha de cuatro victorias y una sola derrota en sus cinco partidos más recientes.
El conjunto albinegro, que tuvo un balance deficitario en casa en la primera vuelta, ha recuperado las buenas vibraciones en su campo con unas prestaciones que le han permitido ubicarse en posiciones de permanencia y abrir una pequeña brecha respecto a la zona de descenso.
La victoria conseguida frente a Las Palmas el 27 de febrero fue el punto de inflexión de esta secuencia. En aquel partido, los orelluts golearon al conjunto canario por 4-0, poniendo fin a una racha de cuatro derrotas seguidas. Desde entonces, Castalia ha sido un fortín para un Castellón que se ha impuesto también a Sabadell, Oviedo y Mallorca, cediendo únicamente frente al líder de Segunda, el Espanyol.
La fortaleza de Castalia se ha manifestado en el momento más importante de la temporada, con la permanencia en juego y el valor añadido de los puntos en esta fase de competición. Y todo ello pese a no contar con el calor de la grada, factor determinante en los éxitos que ha obtenido el primer equipo albinegro en las últimas temporadas. Sin embargo, esta ausencia de público no ha impedido a los aficionados manifestar su apoyo al equipo en los prolegómenos de los partidos, con cánticos de apoyo a la llegada de los jugadores al estadio.
Al Castellón le restan tres partidos en su estadio, frente a Logroñés, Ponferradina y Rayo Vallecano. En esos choques, los albinegros tratarán de seguir en una buena línea que, de confirmarse, mantendría a los de Juan Carlos Garrido en Segunda División.