ALICANTE. Todo empezó la tarde-noche del domingo 5.
El Hércules venía de jugar un amistoso en Águilas y uno de los futbolistas empezó a mostrar un conjunto de síntomas compatibles con el Covid-19 (la enfermedad que provoca el virus SARS-CoV-2). El jugador fue atendido en las instalaciones de IMED Hospitales en Elche donde tras una prueba de antígenos y una PCR se concluía que era "positivo por Covid".
El citado centro hospitalario trasladó el caso a Salud Pública que la jornada del lunes contactó con el futbolista para que se aislara, algo que ya había hecho (se encontraba en casa pues por su estado no requirió ingreso), y puso en marcha el protocolo para el rastreo de contactos directos.
Martes, el segundo positivo
También el lunes, el club procedió a la limpieza de instalaciones y espacios comunes (el autobús oficial, por ejemplo), al tiempo que citaba a los jugadores y cuerpo técnico por separado para someterse en IMED Elche a pruebas PCR cuyos resultados, desvelaron al día siguiente la existencia de un segundo positivo, asintomático pero positivo que se aisló inmediatamente en su domicilio y al que se ha considerado en todo momento contagio del primero.
Orden verbal de aislamiento
El miércoles por la mañana era ya el jefe de los servicios médicos del Hércules, Diego Gómez, el que informaba directamente a Salud Pública que a continuación ordenaba verbalmente el confinamiento por diez días (a contar desde el último contacto grupal con el primer positivo) de los restantes integrantes de la plantilla y 'staff' técnico que, curiosamente, horas antes se habían ejercitado con normalidad.
El club inició entonces una negociación para acortar a siete días el citado plazo a cambio de someter a una segunda PCR a todos los confinados que habían dado negativo en la primera pues ya se sabe que el periodo de incubación es de entre seis y siete días, por lo que si en ese momento volvían a dar negativo quería decir que no estaban infectados. Sin embargo, Salud Pública no cedió: el Hospital IMED Elche se encuentra en el polígono industrial de Torrellano, es decir, dentro del Departamento de Salud número 20 'Elche-Hospital General', por lo que fue la directora de Salud Pública del mismo la que trasladó al Hércules que aunque se realizasen esas PCR a los siete días del aislamiento y el resultado fuera negativo, se seguiría siendo contactos estrechos (cualquier persona que haya estado en el mismo lugar que un positivo, a una distancia inferior a dos metros y durante más de 15 minutos) y estos han de cumplir sí o sí 10 días de aislamiento de acuerdo con lo establecido por el Ministerio de Sanidad en el documento Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de Covid-19.
Solicitud de aplazamiento
El club, que en cumplimiento de las 'Disposiciones Extraordinarias por Covid-19' de las Normas Reguladoras y Bases de Competición de Segunda B y del famoso protocolo 'reforzado' de la RFEF ya había informado a esta sobre los positivos en las 24 horas siguientes a producirse cada uno de ellos, solicitó a Salud Pública la orden de confinamiento por escrito para hacerla seguir a Las Rozas, concretamente al Área de Competiciones y Fútbol No Profesional de la Federación, algo que no fue posible hasta el viernes.
Junto a la resolución de la conselleria de Sanitat, el 9 de octubre el Hércules remitió a la RFEF sendos informes de los facultativos de IMED Hospitales que atendieron a los futbolistas infectados y un tercero en el que los servicios médicos del club advertían del grave riesgo de lesión en que incurrían los jugadores si tras diez días confinados (en algunos casos aislados en una habitación para evitar contacto con sus familiares) no regresaban a la actividad el jueves de manera gradual al tener que disputar un partido (el de El Collao, que estaba fijado para las 17 horas del domingo) poco más de 36 horas después.
El Área de Competiciones y Fútbol No Profesional remitió a su vez al Comité de Competición toda la documentación ya agrupada en el bautizado como "Expediente Cumplimiento Protocolo nº 2 – 2020/2021" que este miércoles era analizado por Alberto Peláez Rodríguez, el Juez Único de Competición, que a renglón seguido resolvía aplazar el encuentro.
En una resolución de seis páginas, Peláez Rodríguez destaca "el cumplimiento diligente" por parte del Hércules tanto de las Normas Reguladoras y Bases de Competición como del protocolo 'reforzado' y de las directrices de las autoridades sanitarias competentes (que quedan por encima del protocolo) "comunicando los casos positivos confirmados, notificándolo a todas las autoridades y procediendo al aislamiento de los futbolistas y de todos sus contactos estrechos", al tiempo que llega a la conclusión de que el equipo blanquiazul "no tiene ningún efectivo para la disputa del encuentro (...) al tener que estar todos los jugadores y cuerpo técnico en aislamiento" y que, por ese motivo, "no sólo debe suspenderse" la celebración del mismo, también "debe aplazarse y disputarse en la fecha más cercana posible dentro del calendario".
El Juez Único precisa que esa nueva fecha "se determinará (...) tan pronto como se acrediten todas las circunstancias que permitan la disputa" del partido, algo que cabe interpretar de la siguiente manera: los clubes tiene ahora la oportunidad de ponerse de acuerdo sobre la misma (algo que se puede descartar de antemano porque el Alcoyano quiere jugar el martes o miércoles próximo mientras que el Hércules, ya en su solicitud de aplazamiento, hablaba del 14 y 15 de noviembre, el primer fin de semana reservado en el calendario 2020/21 para aplazamientos) y si no es así será Competición quien la fije.
Dos centenares de test de Covid y jugadores con anticuerpos
Contando con la tanda de pruebas de Covid-19 a la que se sometía la plantilla y cuerpo técnico la tarde del miércoles como paso previo a la vuelta gradual (en grupos reducidos) al trabajo, son dos centenares las pruebas a las que se habrán sometido en dos meses (desde que iniciaron la pretemporada) entre PCR, test antígenos y test de anticuerpos.
A falta de conocer el resultado de las de este miércoles, esos dos centenares de pruebas han permitido detectar en agosto un positivo en el personal no deportivo, los dos positivos de la semana pasada y que varios futbolistas de la primera plantilla (al menos tres y que no jugaban de blanquiazul el curso pasado) cuentan en su sistema inmunitario con defensas contra este coronavirus, es decir, se infectaron en el pasado y generaron inmunoglobulinas IgG cuyo nivel actual les debería proteger ante reinfecciones.
Solo una tanda de PCR como la de este miércoles representa para el Hércules un gasto de unos 4.000 euros.