CASTELLÓN. El Castellón ha firmado un nuevo capítulo en su proceso de descomposición con una derrota en casa ante el Sabadell por 0-1 que agrava aún más su ya delicada situación en la tabla clasificatoria y la situación de su entrenador, David Gutiérrez. Los orelluts han mostrado toda su impotencia frente a un rival que se ha limitado a jugar con su ansiedad y a aprovechar un error local para transformar el único tanto del partido, a veinte minutos del final.
Los albinegros han tratado de reaccionar tras encajar el tanto, pero pocos minutos después se han quedado con un jugador menos por expulsión de Eneko Satrústegui, lo que ha complicado todavía más su propósito, ya de por sí complicado debido a la falta de ideas de los castellonenses. Aun así, los de Guit han acabado acorralando al Sabadell en su parcela, pero no han sido capaces de encontrar puerta.
El partido empezó con tres llegadas claras del Sabadell en los tres primeros minutos de juego. Las dos primeras se resolvieron con sendas paradas de Álvaro Campos y la tercera con un disparo que se marchó alto. Hubo una cuarta en el minuto 13, más clara aún, tras una pérdida en el centro del campo que provocó un contragolpe que dejó a Edgar solo ante Campos. El meta evitó el gol con una gran intervención.
Tras esa avalancha inicial de los visitantes, el Castellón taponó sus grietas, pero no ofreció mucho más antes del descanso. Tan solo un balón claro de Hicham dentro del área que no supo controlar y un par de llegadas de David Cubillas sin mucho peligro.
En la segunda parte, más de lo mismo. Un balón envenenado de Kilian Morante al segundo palo y varias aproximaciones de Cubillas fueron todo el bagaje ofensivo de los albinegros antes de que los arlequinados marcaran por medio de Adri, que aprovechó un mal despeje de Campos para hundir más al Castellón, que se desquició a continuación y que solo pudo repeler su desesperación con un despliegue de orgullo y amor propio que fue insuficiente para evitar la derrota. En los últimos minutos y tras el pitido final del colegiado, desde la grada se han oído cánticos de ‘Guti vete ya’.