CASTELLÓ. El Castellón confirma su reacción con un empate en Leganés, uno de los gallitos de la categoría. El conjunto albinegro no concedió apenas opciones al potente conjunto pepinero que, sobre todo en el segundo tiempo, echó mano de todo su arsenal ofensivo en busca del triunfo.
Incluso César Díaz tuvo en sus botas al final del partido la ocasión más clara de los castellonenses en un partido en que los de Garrido se mostraron serios y con oficio y sin fisuras defensivas. El técnico valenciano dio continuidad al bloque de la semana pasada con las novedades de Lapeña y Arturo en lugar de Víctor (lesionado) y César para lograr un punto en Butarque.
Lapeña se ubicó en el lateral derecho desplazando a Moyano al otro costado. El eje central fue el mismo de la jornada anterior con la apuesta por la dupla Jorge-Rubén como hombres más adelantados y sin una referencia clara en ataque.
El partido en su arranque fue muy táctico. Los albinegros salieron con la lección bien aprendida. Líneas juntas y sin fisuras, sustentados por el buen hacer de los centrales. Iago y Carlos Delgado son la viva imagen de cómo es el fútbol: han pasado de ser carne de banquillo a claves en la mejora defensiva. Junto a ellos, también destaca el trabajo de Bodiger y Señé, que ha mejorado muchísimo su presencia en los partidos jugando al lado del francés.
El Leganés en el primer tiempo no llegó a inquietar a Whalley, que solo intervino de verdad en una ocasión, tras un despiste de Moyano que intentó aprovechar Eraso. Arnaiz y Rober lo intentaron, pero no estuvieron cómodos ante el entramado defensivo de los visitantes. Por su parte, el Castellón llegó poco también. Rubén Díez dispuso de una volea nada más arrancar el choque y Bodiger anduvo cerca del remate en el segundo palo en un centro lateral. Poco más, aunque el punto no peligraba.
Era la hora de ir a por más o esperar. Garitano sacó su arsenal dando entrada a Borja Bastón, Sabi Merino y poco después a Avilés. Garrido optó por aguantar y no tocar el equipo.
Tras los cambios, dio la sensación en los primeros veinte minutos de la segunda parte de que el Leganés iba a por el partido de verdad. Lo intentó, guiado por Borja, pero el Castellón mostró una versión muy sólida y solidaria por parte de sus jugadores. Cierto es que el delantero pepinero estuvo apunto de sorprender con un cabezazo o que Rodrigo Tarín se encontró con Moyano, cuando se preparaba para culminar una acción a balón parado del Leganés.
Tuvieron el balón , sí, jugaron casi siempre en campo castellonense, también, pero no arrollaron en ningún momento.
En la recta final, Garrido oxigenó el equipo. Entró Carles en banda por Arturo. Poco después lo hicieron César y Castells, que se estrenó así en el fútbol profesional de albinegro. Más tarde lo haría Gálvez. La intención era evidente. No perder lo trabajado en ochenta minutos. Lo consiguió. Incluso pudo saltar la banca, ya que César, en una posición muy complicada, estuvo a punto de sorprender al Pichu Cuellar con un zapatazo que buscaba la cepa del palo. Al final un empate merecido y que ratifica que el equipo se ha vuelto a poner en pie y mira con otra cara los próximos partidos. Una vez curada la hemorragia defensiva, parece más cerca poder pelear de tú a tú con muchos de los equipos de esta categoría.
Ficha técnica:
CD Leganés: Cuéllar; Palencia, Tarin, Sergio, Jonatan Silva; Rubén Pardo (Rubén Pérez 68’), Luis Perea, Rober Ibañez (Brandon 89’), Eraso (Sabin 45’), Arnaiz (Avilés 58’) y Miguel (Borja Bastón 45’).
CD Castellón: Whalley; Moyano, Iago Indias, Lapeña, Delgado; Arturo (Carles 56’), Señé (Gálvez 89’), Bodiger, Marc Mateu; Rubén Díez (Castells 86’) y Jorge Fernández (César 86’).
Árbitro: Pulido Santana (Comité Canario). Amonestó a Jonatan Silva por el CD Leganés y a Rubén, Jorge, Señé, Moyano y Castells por el CD Castellón.