ALICANTE. "Decisiones excepcionales para situaciones excepcionales". El Hércules no solo insiste solicitar a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que modifique el calendario, es que dobla la apuesta y además de hacer suya la idea federativa de retrasar una semana la disputa de la última jornada, prevista para el fin de semana del 22 y 23 de mayo, también reclama que se adelante del miércoles 5 al domingo 2 o lunes 3 el encuentro aplazado con la Llagostera por dos positivos por Covid-19 en su vestuario.
Así lo manifestaba el director deportivo del club blanquiazul este viernes, desvelando que se había trasladado lo anterior al Juez de Competición. Carmelo del Pozo apostaba por "ir de la mano de la RFEF" y la animaba a evitar "un borrón" después de todo lo "muy bueno" que ha hecho durante la temporada para sacar adelante la competición en una situación "tan difícil".
Lo que hacía el Hércules la tarde del jueves es trasladar al Juez de Competición lo que le viene planteando (sin suerte) a la RFEF desde que se decretó el aplazamiento del choque contra la Llagostera la mañana del martes, tal y como desveló ayer Alicante Plaza: que se modifique el calendario retrasando la disputa de la última jornada, algo que, como también desveló este medio, en Las Rozas solo valoran para el caso de que haya nuevos aplazamientos en fechas próximas a la misma. Eso sí, al anterior planteamiento añadió la propuesta de un adelanto de entre 48 y 72 horas del duelo con el club gerundense, de manera que se dispute este domingo o el lunes, toda vez que ninguno de los dos juega (el Hércules al haberse aplazado también su partido con el Lleida y la Llagostera por tener jornada de descanso).
Del Pozo evitaba justificar la postura del club aludiendo a "otras situaciones que pueden estar en el aire" como que haya mala fe en el proceder de los rivales blanquiazules, aunque sí desvelaba que del positivo por Covid-19 en el Lleida y de su solicitud de aplazamiento tuvo conocimiento "a las nueve de la mañana del miércoles por su comunicado" o que el Badalona adelante al sábado el choque ante los de Manolo Díaz (juega siempre los domingos y ahora aprovecha la acumulación de partidos de los blanquiazules para forzar que tengan menos descanso), al tiempo que apuntaba que la situación actual, el que el equipo tenga que disputar en 11 días cuatro partidos (si no se adelanta el duelo con la Llagostera y el del Lleida se fija para el 12 de mayo) "atenta contra el principio de integridad de la competición que consagra la Ley del Deporte", supone, en definitiva, una adulteración de la competición: "No se pueden jugar este número tan alto de partidos aplazados en ese lapso de tiempo; si el Juez de Competición atiende a razones sanitarias, nosotros también las tenemos: llevamos 17 días sin competir y no vamos a jugar ahora cuatro partidos en 11, por eso hemos aportado un informe médico alertando del riesgo que eso supone para nuestros jugadores", manifestaba Del Pozo para, a continuación, recordar que no solo en la fase regular hubo ventanas para aplazamientos por positivos por Covid-19, también que contractual y federativamente no puede haber obstáculo para la modificación del calendario, retrasar al menos la última jornada.
Lo anterior, insistía el técnico segoviano, permitiría jugar contra el Lleida el choque aplazado (recuperando los blanquiazules algo de descanso entre partidos) "y otros que no puedan disputarse en el momento previsto por el mismo motivo", al tiempo que "jugar de manera unificada" esa jornada 8: "Se puede hacer perfectamente", remarcaba Del Pozo, aludiendo a ejemplos como los que señalábamos en Alicante Plaza el jueves, como que el propio Juez de Competición hubiese retrasado más allá de la fecha prevista inicialmente para la finalización de la fase regular la disputa de partidos como el Amorebieta-Racing de Santander o que los contratos de los futbolistas no vencen hasta que acaba la temporada (aquellos que tienen esa duración determinada) y esta lo hace con la disputa del último partido 'play-off' de ascenso (que se va a jugar después del fin de semana del 22 y 23 de mayo, en el que se disputa la jornada 8 de la segunda fase).
Aforos
Por cierto y en línea con su reclamo de competir en igualdad de condiciones, Del Pozo también pedía "sensibilidad a las autoridades sanitarias de la Comunitat Valenciana" en lo que al asunto de los aforos se refiere.
El club blanquiazul ve como semana tras semana se le deniega autorización para disponer del 11% de las localidades del Rico Pérez (unas 3.000 de las casi 30.000 con que cuenta), pese a que la incidencia de la pandemia en Alicante es de las más bajas de Europa y en otras ciudades de Comunidades Autónomas con equipos que compiten en la misma categoría que el blanquiazul y con una incidencia es muy superior, se permiten aforos también mucho mayores. Murcia, Cantabria, Galicia, Extremadura... Eran puestas como ejemplo por Del Pozo, que destacaba "el apoyo de la Federación Valenciana de Fútbol" en este tema y recordaba que un 11% del aforo del Rico Pérez equivale a un número de espectadores "muy inferior a lo que se permite en otras actividades deportivas y culturales" en la propia Comunitat y en espacios distintos a un estadio de fútbol.
"Nos quedan tres partidos en casa, es un momento muy importante para el Hércules y la ciudad", sentenciaba.