El VCF redujo en 140 millones de euros su riesgo en Porxinos 

VALENCIA. El Valencia CF consiguió hace ahora un año un acuerdo casi imposible con los bancos que tenían la propiedad de los terrenos de Porxinos. Esos bancos, hoy, podrían exigirle al club de Mestalla 160 millones de euros con la sentencia ya firme del Tribunal Supremo de anular el PAI que en 2005 acordaron el club y el ayuntamiento de Ribarroja, que en aquella época dirigía Francisco Tarazona.

La negociación de Amadeo Salvo, porque fue él quien personalmente mantuvo más de 30 reuniones en la capital de España con las entidades financieras BBVA, La Caixa y Caja España del Duero, le reportó a la sociedad valencianista un acuerdo muy beneficioso. El acuerdo se hizo bajo la premisa, que ha terminado ocurriendo, de que el Tribunal Supremo anulara el PAI de Porxinos. En ese caso según pudo saber PlazaDeportiva.com el Valencia CF dispone de un plazo de cinco años para alcanzar un acuerdo con el ayuntamiento de Ribarroja y aprobar un nuevo PAI que podría tener una merma del 15 por ciento de los terrenos que en su día compró la inmobiliaria Nozar y que entregó a los bancos como garantía de deudas.

Sin embargo, el entonces presidente del Valencia CF contempló la posibilidad de que fuera imposible alcanzar un acuerdo amistoso con el nuevo consistorio de la localidad valenciana y por ello negoció duramente con las entidades bancarias una quita importantísima de millones. Es decir, si pasados esos cinco años, que se cumplirían el 1 de diciembre de 2019, no se hubiera conseguido un nuevo PAI la mercantil valencianista estaría obligada a pagar 20,8 millones de euros a repartir entre los tres bancos dependiendo de los porcentajes de terrenos que tuvieran y con ello el club quedaría liberado del problema de Porxinos como le confirmaron fuentes de la negociación a este periódico. 

La indemnización inicial que debía abonar el club de Mestalla a los bancos ascendía a unos 160 millones de euros como así estaba estipulado en los contratos. Ese problema sería el que tendría el Valencia CF desde que el pasado 25 de junio el Tribunal Supremo hizo firme la sentencia de anular el PAI inicial que se aprobó. 

Sin embargo, la necesidad de vender el club y la exigencia que puso Peter Lim de que o se solventaba ese problema o no adquiría la sociedad valencianista hicieron que Amadeo Salvo acelerar al máximo las negociaciones durante el verano de 2014 con las entidades bancarias.

Primero se negoció con la inmobiliaria para sacarlos de la negociación y negociar directamente con los bancos. Ya que si se anulaba el PAI, Nozar era quien le reclamaba el dinero al Valencia CF ya que fue quien le compró los terrenos y posteriormente ese dinero lo entregaba como pago de deuda a los bancos. El ex ejecutivo lo que hizo fue acordar el pago de alrededor de 3 millones de euros a la inmobiliaria, que estaba cerrando su concurso de acreedores, para que firmara su renuncia al reclamo del dinero y a partir de ahí negoció directamente con los bancos. 

Esas negociaciones del ex presidente ejecutivo tuvieron una solución inmejorable para el club de Mestalla teniendo en cuenta la quita conseguida de casi 140 millones de euros. Además, hay que añadir que el club si no hubiera acuerdo con Ribarroja y se consiguiere el nuevo PAI que desde hace semanas negocian le exigiría al ayuntamiento la devolución de los más de 20 millones -entre 20 y 23 millones según fuentes valencianistas- que el consistorio ha recibido del club blanquinegro en concepto de licencias y de la cota cero. 

Por lo que llegado el caso de un no acuerdo. El Valencia CF no vería trastocada su economía ya que ingresaría del ayuntamiento de Ribarroja algo más de lo que debería pagarle a los bancos.