ALICANTE. El de este domingo fue el día de Peña, pero no solo porque cumplía su partido 300 con la camiseta del Hércules, también porque participó en las jugadas de los tres goles.
En el tanto de Julio Delgado para el Baleares nace en sus botas, concretamente en una pérdida del extremeño al que la grada no castigó por su error, entre tras razones porque el juego del equipo estaba siendo bastante mejor que en encuentros precedentes, hasta el punto de no mecerer los hombres de Claudio Barragán ir perdiendo.
Tras el paso por vestuarios, Peña también se iba a eregir en protagonista aunque en este caso positivo y es que, primero, la jugada del segundo gol nace en una acción suya en el círculo central, en la que le arrebata el esférico a Gerard Oliva y aunque es cierto que lo hace con falta el árbitro no aprecia nada punible y, después, en el descuento y cuando el partido parecía condenado al empate, al rematar de cabeza a gol una falta botada por Miñano, permitiendo que los tres untos se quedasen en Alicante.
Tras el partido, Peña aseguraba que marcar en su partido 300 le había causado una "alegría inmensa" y dedicaba el tanto a su familia y a los aficionados del Hércules "que apoyan de forma incondicional al equipo".
"Firmé para tres años y ya llevo nueve. El trato hacia mí siempre ha sido ejemplar. Ha habido momentos buenos y malos, pero he sido fuerte y he podido darle la vuelta a la situación con trabajo", apuntaba el lateral nacido en Jerez de los Caballeros hace 39 años que agradecía las muestras de cariño, especialmente las de sus compañeros que le esperaron en el vestuario para rendirle homenaje: "Se nota que somos un gran grupo y noto el cariño que me tienen. Lo de hoy es algo que se quedará en mi memoria".
Foto: Hércules CF
