ALICANTE. "El Hércules puede ahora mismo contratar a un lateral zurdo pero no a un delantero centro". De esa manera se puede, más o menos, resumir el contexto en el que se desarrolla a día de hoy la planificación deportiva del club del Rico Pérez.
El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en el que se encuentra inmersa la entidad tiene la culpa de lo anterior. Se trata de una situación peculiar pero ni exclusiva del Hércules ni mucho menos nueva para él... No olvidemos que, entre otros registros, el club blanquiazul ostenta el de haber sido la primera Sociedad Anónima Deportiva que sacó adelante un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en nuestro país: lo hizo en 2011, después del último descenso de Primera División y precisamente con Carmelo del Pozo en los despachos aunque entonces como secretario técnico (por cierto, varios futbolistas recurrieron judicialmente ese movimiento del club pero este salió victorioso (ya se sabe que el Hércules es a las salas de justicia lo que el Madrid o el Barça son al césped).
Bajas y altas
A día de hoy el Hércules tiene en nómina a los defensas Felipe Alfonso, Víctor Olmedo, Rubén Molina 'Nani', Teo Quintero y Pablo Íñiguez; a los centrocampistas Sergio Jiménez, Pedro Torres, Yeray González, 'Moha' Traoré y Jesús Alfaro; y a los delanteros Jona Mejía y Benja Martínez. Todos ellos representan una carga salarial de 1.100.000 euros para el ejercicio 2020/21 y 'vox populi' que con la mayoría no se cuenta.
Volviendo con el caso del lateral zurdo y el delantero centro: entre los anteriores futbolistas, encontramos solo como lateral zurdo a Nani y como 'nueves' a Jona y Benja. Mientras que el primero entra en los planes, los otros dos no y por eso se quiere prescindir de ellos (si no es posible de los dos, de al menos uno). Como ya hemos contado en alguna ocasión en Alicante Plaza, la vigencia del ERTE no impide alcanzar acuerdos de rescisión, es decir, se puede negociar con un futbolista para poner fin por adelantado, de manera pactada, a la vinculación contractual que le une al club. Ahora bien, sí condiciona a la hora de contratar porque, siguiendo con los citados casos, el Hércules puede negociar en la trastienda con un lateral zurdo y un delantero centro pero llegado el momento, si se necesita firmar un contrato de trabajo con alguno de ellos solo podrá hacerlo con el futbolista que vaya a competir con Nani y no con el delantero centro, a no ser que Benja y/o Jona ya se hayan desvinculado o el ERTE no siga en vigor para los jugadores (podría estarlo solo para el personal no deportivo, por ejemplo).
Huelga decir que el club, igual que negocia incorporaciones (alguna la ha cerrado ya, pero por lo anterior no puede formalizarla (es el caso del 'fichaje' de Raúl Ruiz, por ejemplo), también trata de llegar a acuerdos de rescisión. Ahora bien, como ya hemos advertido, si las semanas avanzan y las salidas pactadas de futbolistas se atascan, teniendo en cuenta la caída a plomo de los ingresos (taquillas, campaña de abonos, publicidad y patrocinios) por culpa de la pandemia de Covid-19 que han agudizado la de por sí delicada situación económica de la entidad, el Hércules no dudará en pasar de un ERTE por causa de fuerza mayor a un ERE por causas económicas para reducir así sus gastos de personal.