La Liga de Campeones seguirá siendo la prioridad

15/06/2019 - 

VALÈNCIA. La ciudad entró en éxtasis cuando el grupo de Marcelino campeonó en el Villamarín de Sevilla. El título alimentó a un afición voraz que no cataba algo similar desde hacía once años y, al mismo tiempo, fortaleció un viejo debate en Mestalla y alrededores. A lo largo de la última temporada, tanto Marcelino como Mateu Alemany han dejado patente que la prioridad del curso 2018-19 era clasificar para la Liga de Campeones por encima de cualquier otro objetivo. El técnico, más expuesto ante los medios que el director general, ha tenido que lidiar con este asunto todo el ejercicio. El final de temporada ha traído, en cambio, dos premios: la Champions y la octava Copa del Rey.

Con el Valencia campeón de Copa y la afición patas arriba de celebrar, vuelve a encenderse el debate con la dificultad que supone repetir un año como el que acaba de finalizar. ¿Los millones de la Champions o un título? ¿Qué es más importante?

Según la información de este periódico, el curso 2019-20 seguirá bajo las mismas pautas que el actual. El horizonte a conseguir, la meta a alcanzar, será el mismo: repetir presencia en la Liga de Campeones de la siguiente temporada. Peter Lim, propietario del club, ha marcado la misma pauta de comportamiento y Anil Murthy y Mateu Alemany lo seguirán al dedillo. Marcelino está de acuerdo.

El razonamiento es comprensible. Se trata de pensar a largo plazo según la reflexión de los dirigentes a Plazadeportiva. Con una deuda importante a la espalda, el club necesita los millones de la Liga de Campeones para hacer frente a todas sus cargas económicas y, al mismo tiempo, tiene que asumir ventas cada verano. Solo una presencia constante en el tiempo en Champions y el goteo de millones que eso supone por diferentes conceptos y según rondas superadas, engordarán al club lo suficiente como para estar en condiciones de asaltar un título y de repetir presencia, al mismo tiempo, en la máxima competición de la UEFA. 

El plan económico de Meriton es el de enlazar tres temporadas seguidas más jugando Champions a las dos que ya se han conseguido. Con ese ingreso europeo garantizado, el equipo podrá plantearse metas superiores y, sin ningún rubor, asumir desde el inicio del campeonato que, además, de jugar con el objetivo de repetir presencia en Liga de Campeones, la meta superior será conquistar un título. Mientras tanto, la finalidad será la misma: jugar Champions.

La reputación de repetir con el balón estrellado cada curso provocará que el club vuelva a ser atractivo para los jugadores y, además, será un aliciente para que permanezcan los jugadores imprescindibles en el proyecto a largo plazo. Este verano ya está sucediendo. Meriton, después de años de pilotar una gestión nefasta, ha encontrado la estabilidad y el Valencia vuelve a ser un destino atractivo. En el futuro, el club seguirá vendiendo pero esa necesidad menguará con el paso del tiempo si la estructura deportiva clasifica con asiduidad para la Champions.

Así que a nadie le extrañe volver a escuchar a Marcelino cuando arranque el nuevo curso futbolístico que el objetivo es clasificar para la Liga de Campeones. Esa norma la marca Peter Lim. Luego, claro, si la temporada discurre como la actual y un nuevo título aparece en ese camino, el técnico moverá sus piezas para cobrarlo. 

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