VALÈNCIA. La marea grogueta ya está de camino a Polonia. Antes de partir del aeropuerto de Manises la expedición ha recibido la noticia de que a ella se suma finalmente el presidente del Villarreal. Fernando Roig ha superado el coronavirus y, tras dar negativo en el control PCR, podrá asistir a la histórica final de este miércoles en Gdansk.
Sin duda todo un soplo de optimismo para una afición y un conjunto que se enfrentan al mayor desafío de su historia, en el que es el primer partido oficial del Submarino en tierras polacas.
Para dar un impulso al equipo, un par de miles de aficionados han partido a primera hora de la Plana y, tras cubrir la distancia hasta València, han llenado de amarillo el aeropuerto de Manises. Las caras de alegría y felicidad llenan las maletas de la expedición grogueta que tiene ante sí dos días de ensueño.
En los ocho aviones que desplazan a la afición del Villarreal a Gdansk viajan también algunos seguidores destacados, como el conseller de Educación, Cultura y Deportes, Vicent Marzà, el presidente de la Diputación, José Martí, el alcalde de Vila-real, José Benlloch, y el concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Javier Serralvo.