OPINIÓN 

Esta plantilla no se merece a Voro

Y eso fue lo que hizo, pedirle a unos jugadores de los que él hasta ese mes era un 'colega' y en algunos casos amigo

1/05/2017 - 

VALENCIA. Voro ha decidido serle fiel a sus jugadores hasta el final. Ni un mínimo reproche, ni un solo apretón público pese a que lo han dejado tirado en la cuneta en innumerables ocasiones desde que el valenciano se hizo cargo del equipo a principios de enero y pese a que ha dado la cara por ellos en otras tantas ocasiones. Ese es su manual de actuación y de ahí no se va a salir. 

Esta plantilla que tiene el Valencia CF tiene un problema grave de profesionalidad. Lo dijo el italiano Prandelli y no dijo ninguna mentira, como si dijo algunas cuando se marchó. El equipo es joven, porque tiene muchos futbolistas todavía imberbes en la élite pero también tiene otros que por el contrario tienen ya el 'culo pelao' como decía el gran Luis Aragonés. Entre todos han formado un equipo que está al borde de firmar la peor temporada de la historia del club en liga de tres punto, superando lo del año pasado, y de firmar la temporada con más goles encajados en toda la historia del club. Penoso. Triste. 

Voro decidió nada más llegar al cargo en enero blindar al vestuario. Le pidió al club que hiciera un esfuerzo para que los medios rebajaran el nivel de crítica sobre los futbolistas porque entendía que eran ellos, los jugadores, a los que había que pedirles que salvaran al club del descenso. Y eso fue lo que hizo, pedirle a unos jugadores de los que él hasta ese mes era un 'colega' y en algunos casos amigo, que se pusieran el mono de faena y ganaran los puntos necesarios para no descender. El propio Voro ha reconocido a sus allegados que su gran pelea con el vestuario cada día es que le vean como entrenador y no como delegado. 

Desde enero, el equipo se ha autorregulado. Ha jugado cuando ha querido y casualmente la mejor imagen siempre la han dado en las grandes citas. Excepto el día del Calderón, argumento pobre que utilizó Voro en el Bernabéu para defender a sus futbolistas, el equipo siempre ha mostrado una buena imagen ante los mejores equipos de la Liga e incluso ha sacado puntos (Real Madrid, Sevilla, Villarreal, Athletic). El día que se le ganó al Real Madrid en Mestalla estaba más cerca Europa que el descenso y en vez de ponerse el traje de entrenador, Voro decidió seguir siendo el delegado 'colega' de los jugadores y en vez de exigirles lo que debe exigir un entrenador del Valencia CF, les liberó de presión y habló de permanencia. 

Los jugadores han agradecido ese listón tan bajo y ese discurso sobreprotector con un vestuario cruel y poco futbolero. "De donde venimos" ha sido una de las frases más empleadas por el de L'Alcudia para liberar a los futbolistas. Seguramente porque sólo él sabe lo que tiene ahí dentro. Las luchas entre grupos y enfrentamiento duros que ha habido entre jugadores. Las acusaciones de borrarse semana sí y semana también que han habido en el vestuario. El problema mental grave de un jugador en tratamiento psicológico. Estoy convencido de que Voro no se cree esas palabras de que el equipo siempre ha querido porque sabe que no es así. Pero sabe que ahí dentro hay tanto fango que lo mejor es intentar que esto acabe de la mejor manera posible y que salte la menor mierda posible fuera. 

El club está obligado a remodelar ese vestuario y a cambiar mucho la plantilla. Hay obligación total de sacar a todos esos que han decidido venir a Valencia a ganar mucho dinero, vivir sin presión, posar para el Instagram y no responder a las exigencias del cuarto club histórico de España. Sin duda, la mayoría de jugadores no merecía a un tipo como Voro que les tapara tanto y sí a alguien que hubiera denunciado todo lo que ha pasado esta bochornosa temporada en el vestuario del Valencia CF.