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Longoria, Torreira y los genios

19/01/2021 - 

VALÈNCIA. Probablemente alguno esperara que mi columna de opinión fuera dedicada a glosar y loar la figura de Marcelino García Toral tras darle la vuelta como un calcetín al Athletic de Bilbao y conseguir la Supercopa. Y siendo cierta e innegable mi querencia por el técnico asturiano, no es menos cierto que los podcast -para quienes hacemos radio- es un archivo de audios infalible para recordarnos tanto nuestros aciertos como nuestros errores.

Y de aquel verano de 2019 quedó grabado como me harté a decir que el problema no era ya la destitución de Marcelino (el tiempo se ha encargado de colocar en su sitio al asturiano y a sus sucesores en el cargo), sino la significación que ello llevaba implícita; es decir, la destrucción de una estructura que había funcionado durante dos años.

Dentro de la destrucción de un modelo ambicioso que requería inversión (y aquí el magnate de los hospitales y el aceite de palma ha venido a ganarlos y no a ponerlos), la pandemia singapurense que está matando al Valencia CF se llevó por delante a Pablo Longoria.

Siempre en un segundo plano, apocado, discreto con ese bigotillo más propio de un personaje de "Acacias 38" (Salva Folgado dixit) que de un parabólico, Longoria fue uno de los pilares de aquel proyecto. Ya sé que las geishas saldrán corriendo a decir que el club intentó retenerlo, pero Longoria no se había caído de un guindo y sabía que a las órdenes de los inventores del nuevo fútbol llegados de Singapur, su suerte no iba a ser muy diferente de la de García Pitarch o Alesanco, y las experiencias de César Sánchez y Corona, vienen a sustentar aquella creencia. Los profesionales serios, válidos e indendientes pintan con Meriton lo mismo que una escoba en el cuarto de un adolescente.

Dada la cantidad de parabólicos-vende humo que pululan por este fútbol de hoy en día, me decidí a preguntarle (cuando ya no trabajaba para el Valencia CF), a un profesional de la representación al que tengo por muy serio, su respuesta fue tajante e inequívoca: "mira que he trabajado con secretarios técnicos buenos en la captación de futbolistas, pero lo de Longoria era una locura".

La locura de Longoria llegó hasta tal punto que el Valencia CF vive hoy aún del trabajo del asturiano. Más allá de Diakhaby (quien esta temporada vuelve a mostrarse como un central aprovechable para la élite), hay que recordar que de los ocho futbolistas que Anil Murthy seleccionó para el primer equipo (Anil Murthy dixit), hay dos que se han convertido en habituales en la liga y uno en la Copa; hablo de Racic, Yunus y Koba. Las tres operaciones las cerró Longoria por unos dos millones de euros aproximadamente. Ahora, a Longoria lo disfruta el Marsella mientras su legado se hace "mayor" a la fuerza y ayuda a achicar el agua en un equipo destrozado por el máximo accionista. A poco que destaquen, saben que también se les pondrá un lacito y se hará caja con ellos.

Mientras, en el Valencia CF se sigue filtrando que se buscan refuerzos y ahora aparece el nombre de Torreira. Es curioso porque el Valencia vendió a Kondogbia al Atleti porque el Cholo no acababa de ver a Torreira (que esto no quiere decir que sea obligatoriamente mal futbolista), y por ello pagaron por Kondogbia. El dinero que dejó Kondogbia en la caja te da algo de margen financiero para hacerte cargo de la ficha de un cedido. Ese margen parece que lo puedes utilizar en pagar parte de la ficha de un cedido que es -hoy en día- el suplente de un jugador que vendiste a precio de saldo y que sería titular indiscutible en tu equipo. No me negarán que la operación está ideada por un genio. Aún no sé de qué, pero un genio...

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