CASTELLÓN. Los violentos se han vuelto a escudar en el fútbol y en el CD Castellón para dar rienda suelta a sus instintos más brutales, algo que por desgracia no es nuevo para el equipo orellut. Un grupo de aficionados, si se les puede llamar así, del conjunto de la Plana exhibieron ayer la peor cara del deporte. Lo hicieron después de desplazarse desde tierras castellonenses hasta Alicante, donde protagonizaron una pelea multitudinaria con radicales del Hércules en los alrededores del estadio José Rico Pérez.
Entre los cuatro detenidos con que acabó la trifulca callejera, dos han sido identificados como seguidores del Castellón. En la pelea también resultaron heridas siete personas. Tal fue la gravedad del acontecimiento que las fuerzas policiales debieron realizar disparos al aire para restablecer el orden. El partido no había sido declarado de alto riesgo a pesar de los precedentes violentos entre seguidores de ambos equipos.
Testigos presenciales de la reyerta identificaron entre los radicales del Castellón a miembros de la peña Barricada Albinegra. Algunos de sus componentes ya fueron expulsados este verano del Castellón por los incidentes que protagonizaron al término del partido ante el Portugalete, que empañó el ascenso a Segunda división B por la pelea que se produjo en el mismo césped de Castalia en la inmediata celebración a la conclusión del partido. En los últimos años, los incidentes protagonizados por miembros de este colectivo y otros de ideología opuesta han sido habituales. De hecho, en una visita del Hércules a Castalia años atrás también se produjeron enfrentamientos, incluso dentro del propio estadio castellonense, entonces protagonizados por miembros de la Peña Frente Orellut.
Para tratar de atajar estas prácticas vandálicas, el CD Castellón ya ha anunciado que en caso de que algún abonado haya sido identificado entre los autores de esta pelea en Alicante será expulsado del club y de Castalia. Las condenas han llegado incluso desde los estamentos más altos. El conseller de Educación y Deportes, el castellonense Vicent Marzá, ha lamentado los incidentes en un mensaje en las redes sociales: “El fútbol no tiene que servir de excusa para la violencia. Fuera los violentos de los estadios y de las calles”.
https://twitter.com/VicentMarza/status/1061698801264672776
Los hechos tuvieron lugar a hacia las tres de la tarde en la confluencia de las calles Teulada con Campo de Mirra de Alicante, en las inmediaciones del coliseo blanquiazul. Según fuentes de la Policía Local, dos agentes que estaban atendiendo un accidente vieron como comenzaba la pelea tumultuaria, con cerca de 60 personas, aficionados de ambos equipos, alrededor de las 15 horas. Al observar la trifulca se dirigieron con celeridad para disolverla y solicitaron refuerzos. Antes de llegar los refuerzos los agentes pidieron los jóvenes que depusieran su actitud, sin hacer caso a las indicaciones policiales y abalanzándose contra los policías, motivo por el cual tuvieron que hacer uso preventivo del arma con disparos al aire para evitar que fueran agredidos. En ese instante los jóvenes iniciaron la huida. La Policía Local les intervino las bengalas y los palos que portaban.
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local de Alicante (14 patrullas desplazaron los municipales, las que se sumaron las nacionales), además de varias ambulancias de soporte vital básico y avanzado de la Conselleria de Sanidad fueron movilizadas. Los policías locales y nacionales lograron identificar a 55 personas, 30 aficionados de Castellón y 25 del Hércules. La Policía Local detuvo a tres varones de 34, 36 y 27 años, dos por un presunto delito de riña tumultuaria y una por atentado a la autoridad.
En cuanto a los heridos, tras recibir el aviso a las 14.50 horas, el Cicu desplazó hasta las inmediaciones del estadio una ambulancia de Soporte Vital Básico que trasladó a un varón de 41 años al Hospital General de Alicante. Asimismo, la Policía Local desplazó a otro varón de 27 años al mismo centro hospitalario, dado que lo hacía en calidad de detenido. Por último, en el mismo centro se atendió a un varón de 20 años que llegó por sus propios medios. Otro varón de 18 años fue atendido por contusiones.